El pueblo de Sant Mateu vivió ayer su día grande bajo un cielo encapotado que cogió desprevenidos a muchos ibicencos sin paraguas. A las doce de la mañana, como es tradición, una misa dio comienzo a la celebración. La pequeña iglesia se encontraba tan abarrotada que muchos feligreses permanecieron de pie, abanicándose para que corriese el aire entre el tumulto. Vicente Juan Segura, obispo de Ibiza, fue el encargado de oficiar la celebración religiosa, a la que asistieron la alcaldesa de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, el presidente del Consell Insular, Vicent Serra, y la consellera de Medio Ambiente, Pepa Costa, quienes se sentaron en primera fila.

El obispo hizo un repaso a la vida del apóstol San Mateo, señaló los milagros de su obra, el martirio que sufrió y la veneración que «a día de hoy» se sigue haciendo al santo. Juan celebró que este año la festividad cayese en domingo, pues eso había «propiciado» la asistencia de muchos ibicencos. Pepita Gutiérrez también se mostró feliz ante esta coincidencia, que permitió que la fiesta batiese «recórd de asistencia»: «Felicitamos a los vecinos y a todos los que se llamen Mateo, y nos alegramos de que haya venido tanta gente», declaró. Alrededor de las 13.20 horas cayeron las primeras gotas. «No hemos cogido paraguas», lamentaban algunos. Aunque la lluvia no era intensa, mientras repicaban las campanas y el público se impacientaba por que comenzase la procesión, algunas mujeres optaron por cubrirse con los abanicos que antes les servían para refrescarse.

Tras la procesión, Sa Colla d´Aubarca protagonizó un bonito baile en el polideportivo del pueblo, que algunos siguieron de pie y otros sentados en el suelo. Después fue el turno de los 32 bailarines de l´Escola de Música i Danses de Mallorca, que vinieron a Ibiza expresamente por la festividad y reflejaron su alegría durante la actuación. El municipio había previsto repartir orelletes y vi pagès para reanimar a los asistentes, y después un desfile de carros tradicionales. El público también pudo disfrutar de la exposición de Guillermo Gil y del concierto del Trío Paradís.