El presidente del Gobierno canario, Paulino Rivero (Coalición Canaria), advirtió ayer en una conferencia pronunciada en el Club Diario de Ibiza que «los potenciales beneficios de la actividad petrolífera no se quedarían ni en Canarias ni en Balears», puesto que se trata de «ingresos que vuelan a empresas privadas que no son de aquí». Rivero fue víctima en su conferencia de la clamorosa ausencia de cualquier cargo público del PP pitiuso, en una decisión que revistió tintes de desaire institucional. El PSOE solo estuvo representado por su diputada autonómica Pilar Costa.

El presidente canario, presentado por el presidente del Fomento del Turismo de Ibiza, Lucas Prats, destacó la suprema importancia que la industria turística tiene en ambos archipiélagos. Rivero recordó que aproximadamente la mitad de los turistas que viajan a España lo hacen a Balears y a Canarias, y también el 50% de los 60.000 millones de euros que el turismo aporta a España entra a través de los dos archipiélagos.

«Cuestión de sentido común»

Por ello, y dado que «el turismo tiene su base en la naturaleza», consideró que la actividad petrolífera debe ser rechazada «por una cuestión de sentido común».

Rivero subrayó su convicción de que «el Gobierno español intenta separar las condiciones que hay en Canarias y en Balears para que no puedan adoptar una posición conjunta» contra estos proyectos.

Como ejemplo de ello citó la sesión del Senado español que el pasado mes de abril estuvo a punto de aprobar una enmienda presentada por el PP que apoyaba suspender los sondeos petrolíferos «hasta que no haya un acuerdo con las administraciones locales» de las islas. Sin embargo, esta enmienda fue finalmente retirada después de «un gran revuelo» en esa sesión parlamentaria, «con muchas presiones», dado que se habría producido «un acuerdo bajo mano para resolver el tema de Balears al margen de Canarias, mediante una declaración de impacto ambiental negativa» para el proyecto de Cairn Energy. Rivero instó a «no fiarse» de este posible acuerdo.

Frente a este intento del Gobierno central por diferenciar la situación de ambos archipiélagos, el presidente canario recalcó que la situación en los dos casos es la misma, con una industria que «gira en torno al turismo» de forma directa o indirecta. Por ello, instó a las instituciones de Balears a ir de la mano de las de Canarias para combatir los proyectos petrolíferos.

En este sentido, recordó que siempre que Coalición Canaria ha conseguido del Gobierno central logros concretos para dichas islas, también Balears se ha beneficiado de ellos: «No hemos conseguido nada que no haya beneficiado también a Balears», afirmó.

El presidente también hizo un repaso a todas las líneas emprendidas por su Ejecutivo contra las prospecciones, empezando por el frente político y terminando con el judicial, con diversas iniciativas tanto en Madrid como en Bruselas para tratar de desbaratar un proyecto que en su caso ya ha sido autorizado definitivamente por el Gobierno. Ante la Audiencia Nacional se han solicitado medidas cautelares para paralizar los trabajos «por haber riesgos que serían irreparables», afirmó el presidente. También se ha promovido la intervención del tribunal de Luxemburgo «para ver si se están cumpliendo todas las normativas europeas».

El conferenciante recordó que en Canarias el PP está a favor de los sondeos -el ministro Soria es canario- y, de hecho, el Cabildo Insular de Gran Canaria, en manos del PP, ha sido la única institución insular que se ha puesto del lado de las prospecciones.

Conciencia ecológica

Paulino Rivero hizo hincapié en «el aumento de la conciencia ambiental» que se ha producido en los últimos lustros en el archipiélago canario, de la que no solo son ejemplos los modelos urbanísticos sostenibles de Lanzarote y Fuerteventura, sino también los intentos por dar al turismo canario un sello de calidad «basado en la sostenibilidad».

Todo ello se iría al traste, añadió el conferenciante, si prospera una actividad económica «totalmente incompatible» con el turismo.