La consellera de Educación, Joana Maria Camps, publicó ayer una resolución en el BOIB donde despide a los 11 inspectores accidentales contratados por el Govern el pasado año, lo que supone prescindir de la mitad de la plantilla. El secretario autonómico de Educación, Guillem Estarellas, alegó que acatan una sentencia del Tribunal Superior de Justicia (TSJB). «No despedimos a nadie por nuestra voluntad», aseguró. Dicha resolución judicial declaraba irregular la comisión que se encargó de elegir a los inspectores porque fue designada a dedo por el Govern. El fallo del TSJB fue emitido en julio a raíz de un recurso del sindicato STEI.

La asociación de inspectores ADIDE entiende que el Govern ha aprovechado la sentencia para «echar» a los inspectores, ya que el escrito del alto tribunal en ningún momento ordena que no se renueve a los profesionales educativos. Pere Ríos, portavoz de ADIDE, compareció junto a dos compañeros, Juan Vicente Pérez y Francisco García. Acusaron al Govern de haber «presionado a los inspectores accidentales para que aprueben proyectos del TIL», de «provocar un cisma» en el sector educativo y de no haber comunicado el despido a los inspectores hasta las 13 horas de ayer, cuando la resolución de la consellera Camps se publicó a primera hora de la mañana en el BOIB y fue firmada el día 2 de septiembre.

«Nosotros ­-indicó Ríos- también recurrimos que la comisión para elegir a los inspectores fuese a dedo, y no por sorteo como se había hecho siempre. Lo que ocurre es que consideramos que una cosa es la comisión, donde incluso se trajo a un alto cargo de la Comunidad Valenciana, y otra es el trabajo profesional de estos funcionarios». El portavoz de ADIDE añadió: «Incluso el STEI había anunciado que no pediría la ejecución de la sentencia para que los inspectores accidentales pudieran ser renovados».