—¿Cuando se hizo cargo de la delegación esperaba una legislatura tan conflictiva?

—No se puede mirar atrás. Cuando asumí el cargo lo hice para gestionar los recursos y ayudar a mejorar la educación en Ibiza. Creo que han sido de los años más difíciles que se pueda recordar para esta delegación, pero cuando uno asume una responsabilidad la debe llevar hasta el final.

—¿Alguna vez en estos años ha pensado en abandonar y volver a las aulas?

—Sí, pero abandonar es la solución más fácil. Y he tenido ocasiones en las que era el momento, una salida muy oportuna, pero por mi forma de ser, igual que a mis hijos les he exigido que cuando han empezado una actividad la terminaran, yo tenía que hacer lo mismo. Me lo tenía que aplicar.

—¿En qué momento pensó que no aguantaba más?

—Ya lo contaré en otro momento. En todos los trabajos a veces flaqueas. Hubo que recortar programas y nos encontramos centros endeudados. Hemos tenido que hacer un gran esfuerzo económico y tomar unas medidas excepcionales porque la situación era excepcional. El programa PROA, por ejemplo, nos lo encontramos con una deuda de más de un año. Este Govern no quiso seguir endeudándose.

—¿Se podrá recuperar?

—Cuando la situación económica lo permita nos replantearemos programas de apoyo, pero la situación económica nos lo tiene que permitir. Vamos por la línea para poder hacerlo.