La presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Ibiza, Pepita Costa, señaló ayer que las familias «respetan» el derecho de los docentes a convocar jornadas de huelga durante el inicio de curso, aunque no cree que tengan ningún efecto. «Una huelga no hará que el Govern rectifique y dé un paso atrás», considera Costa. «Ni siquiera el curso pasado, cuando la huelga indefinida, hizo gesto alguno para dialogar, más bien todo lo contrario, así que no creo que un día de paro haga que los responsables de la conselleria cambien de opinión», añade la presidenta de la FAPA ibicenca, que se muestra muy «escéptica» sobre lo que puedan conseguir docentes y familias con sus protestas. «Estamos a menos de diez meses de las elecciones», apunta.

Costa apunta directamente al Govern balear como el «culpable» de la conflictividad del sector de la enseñanza durante el último curso. De la misma manera, opina que lo que busca el Ejecutivo es «desgastar» a padres y profesores con su «oposición» a resolver el conflicto.

La presidenta de la FAPA confía en que la Assemblea de Docents de Eivissa opte por acciones de protesta que no impliquen jornadas de paro. De hecho, asegura que durante las últimas semanas algunos de los maestros y profesores le han asegurado que no tienen intención de convocar más huelgas. «Eso nos lo han dicho por separado, quizás luego en la asamblea voten otra cosa», reflexiona.

Costa se mostró también muy preocupada por la situación de las infraestructuras, especialmente por aquellas que necesitan obras y reformas desde hace tiempo. «Deben destinar una dotación económica importante a los edificios defectuosos, no se pueden no arreglar», insiste la presidenta de la FAPA en Ibiza.