­Las obras que desde ayer se ejecutan en el torrente de sa Llavanera por orden del Ayuntamiento de Ibiza son solo una solución temporal al deterioro de esta salida de agua al mar que atraviesa las avenidas 8 d´Agost y Joan Carles I. El Consistorio deberá acometer en el futuro una reforma más profunda de este área que incluirá la demolición del puente que cruza el torrente junto al Ibiza Gran Hotel y su posterior reconstrucción, así como la reforma del paseo marítimo en el tramo de aproximadamente 15 metros que coincide con la desembocadura del torrente.

El jefe de los servicios técnicos municipales, Rafael García Lozano y el concejal de Obras, Salvador Gallego, supervisaban ayer los trabajos que la empresa Construcciones San Pablo, contratada por el Ayuntamiento, desarrollaban bajo el puente. Estas obras, que obligaron a cortar el tráfico ayer aunque es probable que hoy se reabra, consisten en el apuntalamiento del puente y se llevan a cabo con la ayuda de dos buzos.

García Lozano recordó que la urbanización de todo el paseo marítimo y de los tres canales hídricos que lo cruzan se realizó en la década de los 70 y corrió a cargo de Ibiza Nueva. 40 años después el puente sobre el canal construido entonces está seriamente deteriorado. «El puente tiene tres aberturas con dos apoyos laterales y dos centrales. Lo que ha pasado es que uno de los apoyos centrales ha cedido y ha bajado unos 25 centímetros», indicó el arquitecto, quien explicó que esa cesión ha provocado el hundimiento del paseo en ese tramo de 15 metros en el que, además, ha aparecido un socavón que fue necesario vallar por seguridad.

La dirección general de Recursos Hídricos del Govern entiende que sus competencias se limitan al mantenimiento del suelo y las paredes del canal, pero tanto la reparación del puente como la del paseo marítimo deberán correr a cargo del Ayuntamiento.

Dentro de dos semanas, cuando los materiales necesarios hayan llegado a la isla, comenzarán las obras para reparar el paseo en las que está previsto levantar todas las baldosas hundidas, rellenar las cavidades con hormigón y colocar baldosas nuevas, además de arreglar el muro que separa el paseo de la zona portuaria. Esta intervención, que se limitará al área bajo la cual discurre el torrente, durará una semana pero no será necesario interrumpir el tráfico de vehículos por el paseo.

Los trabajos que ahora se llevan a cabo suponen una inversión de 16.000 euros y darán solución al problema durante un par de años. Durante este tiempo deberá redactarse un proyecto de mayor envergadura y coste económico para solventar de forma definitiva la falta de solidez del canal.

Proyecto de ingeniería

García Lozano solicitará la contratación de un ingeniero para que redacte el proyecto de construcción de un nuevo puente. El proyecto deberá incluir la demolición del actual puente, la construcción de uno nuevo y la reforma del paseo. El Consistorio deberá esperar a disponer de ese proyecto para asignar una partida presupuestaria y establecer un plazo de obras.

El paseo Joan Carles I presenta numerosas deficiencias por falta de mantenimiento. Además del socavón que ahora se repara por orden del gobierno municipal existe en la misma vía otro, de mayores dimensiones, que lleva abierto más de medio año. Sin embargo, su reparación corresponde en este caso a la dirección general de Recursos Hídricos, integrada en la conselleria de Medio Ambiente del Govern balear.