Calor, muchísimo calor, tenían las muchachas de Sa Colla des Vedrà ayer por la tarde a las puertas de la iglesia de Sant Agustí. El pueblo celebró el día grande de sus fiestas patronales con una misa cantada por el coro parroquial y presidida por el obispo de Ibiza, Vicente Juan Segura, con el templo lleno hasta los topes. Antes de la celebración los asistentes charlaban distendidamente mientras muchos mostraban sus mejores trajes. A algunos de los presentes les llamó la atención la baja temperatura de la iglesia en contraste con el calor sofocante del día de Sant Bartomeu en Sant Antoni. Como es habitual, en las primeras filas se sentaron las autoridades, encabezadas por la alcaldesa de Sant Josep, Neus Marí, y el presidente del Consell Insular, Vicent Serra.

En su homilía, el obispo ensalzó el valor de la familia y lo ejemplificó con la historia de San Agustín y su madre, Santa Mónica, que nunca se rindió hasta que consiguió que su hijo abrazara la fe cristiana. Además, hizo hincapié en que la religión no solo se debe practicar en los templos y los colegios, sino también en el seno de la familia, pilar imprescindible para la fe. Asimismo, el prelado también elogió a la población de Sant Agustí, una parroquia de fieles muy creyentes y muy caritativos.

Fuera de la iglesia se congregó una gran multitud que aguardaba el comienzo de la procesión, tras la misa. Muchos eran extranjeros que asistían a esta fiesta tradicional. Durante el recorrido, la imagen de San Agustín perdió su aureola por el camino y los jóvenes de Sa Colla des Vedrà, que la portaban al santo, dudaron sobre dónde la tenían que volver a colocar.

Cuando las imágenes volvieron a la iglesia, hubo ball pagès en la plaza, donde los turistas y espectadores poco familiarizados con los trajes populares ibicencos se interesaban por la vestimenta y los bailes de los miembros de Sa Colla des Vedrà. Los más pequeños del grupo folclórico encandilaron al público con su desparpajo y gracia, mientras los obrers de la parroquia comenzaban a repartir las tradicionales orelletes. El pueblo continuó con la fiesta con varias actuaciones musicales hasta bien entrada la madrugada.