Solo dos años después de haber abandonado el cargo de presidente de la patronal hotelera pitiusa, Juan José Riera ha recuperado las riendas de esta organización, si bien «no ha habido muchas peleas para ocupar el puesto», bromea. Nacido en Sant Jordi en 1965, Riera dirige cuatro hoteles, a los que trata de dotar de una creciente calidad para dar ejemplo de lo que predica como presidente de la Federación Empresarial Hotelera de Ibiza y Formentera.

-No cesan de sucederse los récords de llegada de turistas, pero ¿también lo notan los hoteleros en sus establecimientos?

-Este año la verdad es que la temporada va mejor que el año pasado, lo que sucede es que no se corresponde la subida de pasajeros que hay en el aeropuerto, que está entre un 6% y un 7%, con la subida de la ocupación hotelera. De lo que estamos contentos es de que en los meses de mayo y junio la ocupación ha sido superior al año pasado. Lo que más nos preocupa es que cada vez hay más oferta ilegal.

-Estaríamos hablando de pisos y viviendas de campo...

-Sí, efectivamente. La estadística del Observatorio Turístico Balear, cuando habla de dónde se alojan los turistas, afirma que en 2011 el 10,9% se alojaba en casas y en 2013 ya era un 20% [la cifra se ha doblado este año hasta el 42%, según datos de Frontur publicados ayer].

-¿Y esto es una realidad a la que ustedes se resignan o se puede hacer algo para evitarlo?

-Estamos haciendo alegaciones al reglamento de la Ley Turística, actualmente a exposición pública, para pedir que se incluyan una serie de cosas para regular estas viviendas. Lo que queremos, y se lo hemos dicho a la consellera insular, Carmen Ferrer, es que la Ley General Turística considere que todas las estancias inferiores a 15 días sean consideradas turísticas, salvo prueba contraria. Y a partir del día 16 que se considere un arrendamiento urbano. Esto se ha pedido directamente al conseller de Turismo, Jaime Martínez. Y también pedimos que en todas las webs que ofrecen este tipo de oferta se especifique el número de registro turístico de las viviendas que se comercialicen. Ahora parece que hay registradas en Ibiza como viviendas turísticas unas 1.400 casas. Todas tienen un número de registro del Consell y lo que queremos es que en las web de estas viviendas figure ese número. Sería una forma de demostrar que cumplen la normativa que se les exige.

-Es decir, que no consideran suficiente lo que prevé la Ley General Turística para regular estas viviendas...

-Bueno, se ha dado un primer paso. Es que hasta ahora eran ilegales. Ahora se da el paso de que unas viviendas que se comercializaban de todos modos, pasen a cumplir la ley y pasen a pagar impuestos.

-Pero esas 1.400 legalizadas de las que usted habla deben ser una pequeña parte de todas las que hay.

-A ver, sé que en el Consell hay inscritas esas 1.400. Pero se habla, repito, se habla de que hay unas 6.000. Es una estimación. Las 1.400 sería un 25% de las que deberían estar registradas.

-¿Se puede decir ya que el mercado español ha resucitado este año, a la luz de las cifras de llegada de pasajeros?

-Realmente se está notando una mejora del mercado nacional, sobre todo en los meses de temporada alta: julio y agosto. Sí, hay un repunte. Y, tal y como publicó Diario de Ibiza, los mercados escandinavos han vuelto a volar a Ibiza: los finlandeses, noruegos, daneses y suecos. Es que prácticamente todos los mercados han ido bien, menos los rusos y los austríacos.

-¿Y qué ha pasado con los rusos, con tan buenas expectativas que había?

-Bueno, había grandes expectativas, pero quiero recordar que el año pasado no llegaron más de 6.000 rusos al aeropuerto de Ibiza en todo el verano. Lo que sucede es que, como una parte de estos clientes venía en jet privado e iban a hoteles y restaurantes caros, pues se creó la ´fiebre del ruso´...

-¿Qué problemas considera que sería más urgente solucionar en la isla de cara al turismo?

-Veo con preocupación, por ejemplo, el de la carretera de Santa Eulària. Es muy preocupante. Ya no es solo en el mes de agosto, sino en julio y otros meses. Es una carretera que realmente es peligrosa, y hay retenciones de tráfico continuamente. Y luego hay otros problemas como que faltan depuradoras, falta de limpieza... También creo, desde hace muchos años, que es una vergüenza que el Centro de Interpretación de ses Salines no esté abierto. Y luego hay playas en las que hay que reconocer que se crean situaciones muy complicadas de acceso. Vosotros mismos habéis publicado los casos de Cala d´Hort, es Cavallet, Cala Salada...

-¿Pero cómo se puede solucionar esto? Si miles de personas van a una playa pequeña ¿cómo evitar aglomeraciones?

- Justo llegando a Sant Francesc debería haber una serie de autobuses, con un aparcamiento cerca, y que esos autobuses fueran tipo lanzadera, yendo y viniendo para que no se colapsara la playa de es Cavallet...

-Esto lo propuso el Consell en la anterior legislatura progresista.

-Bueno... Es que a mí en ese momento me pareció una gran idea.

Alguna solución tendremos que encontrar a esos problemas que tenemos.

-¿Continúa produciéndose el incremento de la calidad de la planta hotelera iniciado años atrás o ya se ha estancado ese proceso?

-Hay noticias de que se tramitan licencias en varios hoteles para subirlos de categoría. El Playa Real (Talamanca) es uno de ellos. Luego también se quiere hacer uno de cuatro estrellas en Cala Codolar (Sant Josep), en el antiguo Club Delfín. El Club Cala Tarida de Alonso Marí será un cinco estrellas, un Sensatori de TUI. Creo que también se seguirá con la reforma del Palm Beach de Platja d´en Bossa para que sea como un anexo del Palladium y unirlos. Y hay otros hoteles en la Federación que han hablado de hacer reformas. Creo que este invierno se moverá bastante el tema de las obras en este sentido.

-¿Cuántas plazas hoteleras hay actualmente en las Pitiusas?

-Entre 2004 y 2013 hemos pasado a de tener 80.000 plazas turísticas a tener 78.500. ¿Por qué? Porque se dieron de baja 30 bloques de apartamentos que representaban unas 3.000 plazas. Y se crearon siete hoteles nuevos, de cinco estrellas. Esos apartamentos que se dieron de baja se vendieron como plazas residenciales, o sea, viviendas. En la bahía de Sant Antoni hay varios, que se vendieron a particulares. Es decir, por una parte hemos bajado en estos años 3.000 plazas de apartamentos turísticos y subimos unas 1.500 plazas de hotel. Es decir, hemos bajado unas 1.500 en total. Pero al mismo tiempo hemos subido en cuanto a viviendas turísticas vacacionales, que antes estaban en el limbo y cuando el Consell dio la posibilidad de legalizarlas se legalizaron un montón, unas 1.400. Por ahí también hemos crecido en plazas. ¿Esas plazas estaban antes? Sí, pero ahora son legales.

-El tema de Sant Antoni ¿sigue siendo la oveja negra de las Pitiusas? ¿Cómo lo ve?

-En Sant Antoni lo que se observa es que los hoteleros han invertido mucho dinero en sus establecimientos. Y están preocupados, porque en la primera quincena de julio hubo un bajón en Sant Antoni. Están trabajando duro para recuperarlo. Hay muchos empresarios que han dejado de trabajar con turoperadores y están diversificando los mercados. La clave de Sant Antoni consiste en diversificar mercados, es decir, no poner todas las plazas en manos del mercado británico. Ya sé que es nuestro principal mercado. Pero este año han empezado a aparecer otros mercados en Sant Antoni, como los escandinavos o los holandeses.

Yo creo que cada vez habrá más contratación directa, sin turoperador, y cada vez el hotelero, a través de su web, puede comercializar directamente. Tiene más control sobre su clientela. Cuando tú contratas con un turoperador, en ese paquete entran todos los clientes que él te envía. No tengo nada en contra de los turoperadores, pero en Sant Antoni veo que mucha gente se está decantando por comercializar directamente.