Agostino Iacurci se dedica a la pintura a gran escala. Realiza murales en paredes enormes de edificios muy altos. Sus obras pueden verse en ciudades de medio mundo: Brasil, Estados Unidos, Rusia... Y ahora ha llegado a la isla para ampliar la galería al aire libre de Sant Antoni. Su trabajo refleja aspectos de la vida cotidiana, pero en este caso participa en el Ibiza Bloop Festival, con lo que tendrá que relacionar su obra con la temática de ‘lo mejor’ que es el hilo conductor de este año.

—El domingo empezó a trabajar en su nueva obra de arte. ¿Puede adelantar algo sobre el mural que está realizando?

—Puede parecer extraño pero no me gusta hablar sobre mis obras. Desde que empecé a dibujar en paredes decidí no comentar mis trabajo ni antes ni durante ni después. No me gusta influir en el público, quiero que cada persona interprete el mural a su manera.

—¿Trajo el boceto preparado o terminó de diseñar la obra estando en Ibiza?

—Traje muchos bocetos, muchos. Y normalmente al llegar al lugar, compruebo que mi idea concuerda bien con el ambiente y con el lugar. En esta ocasión, todo me pareció correcto, había armonía. Entonces sí, lo traje preparado con antelación.

—¿Le está pareciendo muy duro trabajar con este calor?

—Llevo doce horas bajo el sol, agota mucho. Pero estoy acostumbrado, siempre trabajo al aire libre. He pasado mucho frío y, como aquí me está ocurriendo, mucho calor. Por eso empiezo a pintar a las siete de la mañana, temprano se trabaja mucho mejor.

—Ha estudiado ilustración y animación en Roma. ¿Cómo se decidió por el arte en la calle?

—Empecé a estudiar ilustración porque me interesaba entender el arte como un lenguaje, como una forma de comunicación. Es fácil interactuar con el público a través de los murales porque se crea un lenguaje inteligible. Yo pretendo que después la gente hable conmigo sobre mi trabajo y yo con ellos.

—Fue a la universidad para aprender sobre arte. ¿Cómo empezó a dibujar en grandes dimensiones?

—Empecé con los grafitis cuando era más joven. Estoy acostumbrado a dibujar en la calle. También aprendí del trabajo de otros artistas, muchos jóvenes italianos que comenzaron a hacer muralismo en paredes enormes. Al conocer sus obras me surgió el interés por esa interacción a través de la pintura en las calles. Pero no es tan diferente a lo que hacía en la Universidad. Yo empecé a pintar al aire libre con doce años, pero gracias a mis estudios aprendí muchas cosas y seguí creando. No es primero una cosa y después la otra, todo está conectado. Así es la vida.

—¿Qué opina del contraste de esta galería al aire libre con la imagen turística de Sant Antoni?

—Pienso que el contraste no es el problema aquí. Todo es un gran contraste en Sant Antoni. Los grandes edificios contrastan con el pasado de la isla, los turistas contrastan con el ambiente original que uno espera encontrar en Ibiza... Para mí añadir más contraste es atractivo. No tienen sentido tantos edificios, como en el que estoy pintando, por todas partes, pero pienso que los murales son una buena manera de volverlos más interesantes.

—En general, sus obras reflejan aspectos de la vida cotidiana. ¿Cómo encaja este estilo dentro de la temática del Ibiza Bloop Festival de ‘lo mejor’, o la arrogancia de los que creen ser mejores?

—Yo espero que mi obra sea la mejor, la mejor de la ciudad [ríe]. Es cierto. Yo voy a tratar de reflejar lo que para mí es lo mejor. Mi estilo es simple, yo no trato de contar historias sobre los problemas del mundo. Yo busco que cualquier persona que mire mis trabajos disfrute y piense sobre ellos. Es como un trabajo abierto, esa es mi idea, un arte visual.

—¿Ha visitado la exposición principal del Ibiza Bloop Festival? ¿Le ha gustado?

—Sí, por supuesto. Me ha parecido muy interesante. Es algo que no suele verse, estilos muy libres. La idea del diseño o el arte interactivo me parece muy atractiva.

—En portales sobre arte callejero definen su trabajo como «simple en el trazo y uso certero del color», ¿está de acuerdo con esa definición de su estilo?

—Bueno, es un todo y unido. Para mí todo es importante: el dibujo, la idea, los colores. Yo pienso que una obra de arte no es solo la pintura, es más la experiencia. El soporte, que las personas se detengan a observarlo y hablar con ellos. Todo junto, una mezcla.

—Después de pasar por grandes ciudades de Brasil, Rusia y Estados Unidos llega a Eivissa ¿Por qué eligió la isla?

—Porque me invadieron [ríe]. Es cierto, primero me buscaron y luego, comprendí que era un proyecto muy interesante. Además, nunca antes había estado en Ibiza y es genial visitar este lugar. Yo conocía a muchos artistas que vinieron en anteriores ediciones y me apetecía participar.

—¿Y qué le parece la isla?

—Pienso que es un lugar muy extraño, Sant Antoni es lo que yo esperaba encontrar en un sitio que se conoce como la isla de la fiesta, pero sé que hay mucho más. Como hablábamos antes, se trata de un juego de contrastes, es divertido. Cuando acabe mi obra haré un tour para conocer otros rincones.

—¿Puede hablar de sus de futuros proyectos?

—Cuando termine el mural en Ibiza, voy a ir a Túnez. Este verano estoy haciendo un recorrido por Europa, Rusia y Túnez. En noviembre, cuando acabe esta gira, voy a preparar una exposición en una galería de Australia. Después, quiero tomarme un pequeño descanso. Pero seguiré pensando en nuevos proyectos.