La falta de formación jurídica de algunos intérpretes y la realización de traducciones por teléfono son dos de las quejas que comentan en los juzgados de Eivissa sobre el servicio que presta la empresa SeproTec, que comenzó el 1 de mayo de 2012 tras ganar un concurso público y cuyo contrato finalizó el pasado 30 de abril, pero que sigue provisionalmente hasta que se oficialice la nueva adjudicación, que ha recaído sobre otra oferta presentada. Desde SeproTec, sin embargo, aseguran que sus trabajadores reciben formación, sostienen que el uso de medios telemáticos -que ha sido mínimo- para hacer traducciones se incluye ya en directivas europeas dado el ahorro que supone, entre otras ventajas, y destacan que de 722 servicios prestados en seis meses, solo han tenido 9 incidencias.

Fuentes judiciales han expresado a este diario su malestar por el servicio de traducción e interpretación que se está prestando y que, insisten, perjudica a los ciudadanos ya que, con una mala traducción, por ejemplo, pueden jugarse una condena.

Falta de formación

Funcionarios de diferentes juzgados del ámbito penal coinciden en que a los intérpretes les falta sobre todo formación jurídica y que si bien pueden saber un idioma, en algunos casos no tienen el nivel suficiente «para hacer una traducción en un juzgado». «El vocabulario es complicado. No es lo mismo decir: ´me cogió el bolso´ o ´me dio un tirón´», señala una funcionaria.

«No les piden titulación, no están formados jurídicamente. No saben en castellano de lo que se les habla y al traducirlo a otro idioma es muy difícil», señaló otra, mientras un tercer funcionario pone un ejemplo de las conformidades en que el acusado acepta el acuerdo para su condena alcanzado por su abogado y la Fiscalía: «Hay intérpretes que no las entienden bien ya en castellano», subraya, con lo que no las pueden explicar adecuadamente a los procesados.

Según comentan, en ocasiones algunos abogados se han quejado de que intérpretes de inglés o alemán no «traducen correctamente o lo hacen de una forma muy coloquial». «Además, no se limitan a traducir lo que se les pregunta y se extienden a cosas sobre las que no se consulta», apuntan.

También expresan malestar por la falta de traductores para algunos idiomas e incluso una funcionaria destaca que hace varias semanas, durante una guardia, un detenido tuvo que pasar a disposición judicial por la tarde en vez de por la mañana porque no había traductor. «Esto no debería pasar, además no era un idioma raro», agrega.

Traducciones por teléfono

Las mencionadas fuentes judiciales comentan además que se ven obligados a hacer traducciones por teléfono, cuando lo ideal es que los intérpretes hagan su trabajo de forma presencial. «No hay intérpretes de todos los idiomas y muchas veces tenemos que hacerlo por teléfono y no es lo mismo, no se le ve la cara al intérprete», afirman.

En este sentido, otra funcionaria señala que estas situaciones «podrían ser algo excepcional, pero son normales».

«Hemos trasladado el malestar, pero es que ante tanta desesperación, mejor que venga alguien a que no venga nadie», comenta un funcionario al ser preguntado sobre si han comunicado las incidencias a SeproTec. En otros juzgados explican que no han llegado a comunicar lo sucedido.

La empresa niega los problemas

Por su parte, desde la empresa que presta el servicio resaltaron que de los 722 servicios que han realizado en los últimos seis meses solo han tenido nueve incidencias «algunas ni siquiera oficiales», lo que representa el 1,25% y que es el porcentaje más alto del país, pues su media en tribunales de justicia es del 0,02%.

Desde SeproTec destacan que esto se relaciona con que en Eivissa «la dificultad aumenta a la hora de satisfacer la demanda de idiomas poco comunes». Explican que existe una creciente demanda de idiomas o de lenguas minoritarias y que en los últimos seis meses, por ejemplo, han tenido peticiones de hindi, tagalo, urdu o wolof. «La dificultad reside en localizar a profesionales de la interpretación con formación superior específica en esta materia y que, en muchísimas ocasiones tenemos que desplazar desde otros puntos de España», señalan, y agregan que si a eso se le unen «la urgencia y premura de las solicitudes, se pueden producir retrasos que aumentan el número de incidencias». «Por eso pedimos la colaboración de los juzgados intentando que soliciten los servicios con la mayor antelación posible, sobre todo tratándose de idiomas o lenguas poco comunes», explican.

En cuanto a las quejas por falta de formación jurídica de algunos intérpretes, comentan que sin conocer el caso particular no pueden realizar valoración alguna. No obstante, apuntan que la plantilla de traductores e intérpretes que tienen en Eivissa «está compuesta por profesionales que llevan años trabajando no solo para los juzgados de la isla, sino también para otros organismos e instituciones como las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado».

Un portavoz de la empresa indica además que ofrecen cursos de formación en temas jurídicos para los traductores y subraya que siempre intentan que estas instancias les comenten el tema que se va a tratar antes de la vista para que los intérpretes puedan preparar algo de vocabulario más.

Asimismo, respecto a las interpretaciones telefónicas, el portavoz indica que no se produce abuso alguno y puntualiza que de los 722 servicios de los últimos seis meses, solo nueve se han hecho a través de teletraducción, lo que supone el 2,6% del total.

El mencionado portavoz apunta que los servicios de teletraducción siempre están autorizados por la Gerencia «para asegurar la calidad del servicio» y añade que además la interpretación telefónica está incluida dentro de la última directiva europea en esta materia por sus ventajas, que incluyen economía, agilidad, sencillez y el permitir trabajar «con los mejores intérpretes del país».

«No obstante, en SeproTec utilizamos la teletraducción única y exclusivamente para servicios que por sus particularidades así lo recomienden; suelen ser servicios de gran urgencia y que requieran la participación de un intérprete en particular, experto en una materia concreta y que esté en un punto del país distinto al de destino», concluyen.