Los docentes de las Pitiusas no decidirán hasta la primera semana de septiembre si se suman a la jornada de huelga convocada por la Assemblea de Docents de Mallorca para el próximo inicio de curso como protesta a la resolución del Govern que impone un proyecto lingüístico a todos los centros que lo hayan aprobado. Una de las portavoces de la Assemblea de Docents de Ibiza, Maria Antònia Marroig, explicó que no se ha convocado ninguna reunión en la isla para decidir las acciones de protesta que se llevarán a cabo porque «muchos profesores de la isla» están en estos momentos en Mallorca o Valencia y «no habría casi nadie». Así, la asamblea se convocará durante la primera semana de septiembre, matizó Marroig. «Entonces decidiremos lo que vamos a hacer», concluyó.

Varios profesores señalaron ayer que entre los centros afectados por esta imposición se encuentran los institutos Algarb y Xarc, que no tienen aprobados los proyectos del TIL (PTIL). Además, explicaron que es posible que tengan que aplicar el modelo de la conselleria incluso aquellos que lo tienen aprobado, ya que Educación aún no ha ratificado las propuestas de los consells escolars.

La presidenta de la Federación de Asociaciones de Padres de Alumnos (FAPA) de Ibiza, Pepi Costa, afirmó ayer que las familias no quieren que haya una nueva huelga el próximo curso. Para evitarlo, pidió «sentido común» a los responsables de la conselleria balear de Educación, a los que exige que no «imponga por la fuerza» los proyectos lingüísticos que, aseguró, «no tienen ninguna justificación pedagógica». «La conselleria no tiene en cuenta las circunstancias de cada centro. Es una normativa generalizada que no entiende que cada centro es diferente», insistió la presidenta de la FAPA.

«Hasta las narices»

Costa recordó que los perjudicados por el enfrentamiento entre el Govern y los docentes «son los alumnos» y que por su bien tienen que llegar a un acuerdo. «Estamos siempre igual, ya es cansino», insistió la presidenta de la FAPA ibicenca sobre la nueva «imposición» de Joana Maria Camps. Además, dudó de la validez de la mayoría de los PTIL aprobados por los centros de Ibiza ya que, aseguró, muchos de los claustros dieron el sí después de varias votaciones y porque estaban «hasta las narices» de tantos proyectos y tantas reuniones para aprobar unos proyectos lingüísticos con los que no estaban de acuerdo.

En este sentido, la FAPA apoya a los claustros educativos y considera que deben ser ellos los que «en el ejercicio de su trabajo puedan decidir de acuerdo a su criterio profesional». De la misma manera, destacó que no es lo mismo «el respeto por la ley» que «utilizar las herramientas normativas de forma interesada», como considera que está haciendo el Govern balear, al que también acusa de no acabar el curso de forma normal. «Lejos de intentarlo ha hecho gala, una vez más, de su talante autoritario y de su inexistente voluntad de flexibilizar su postura e intentar un acercamiento a los docentes para tratar de tener un inicio de curso más tranquilo», lamentó.

Costa se mostró un tanto pesimista sobre las medidas que pueda adoptar en el futuro la conselleria de Educación. «Siguen obligando a los centros, imponiendo, así que es difícil que cambie de actitud», apuntó. La presidenta de la FAPA recordó que la federación de asociaciones de padres de Balears ha denunciado en los tribunales la orden de desarrollo del TIL y confían en que el Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) vuelva a darle un «varapalo» a la conselleria y ordene su suspensión cautelar. «Tendría que pararlo, porque saltarse una resolución del TSJB por segunda vez sería demasiado», añadió.

La presidenta de la FAPA exige al Govern que «haga lo posible» para que el curso comience con normalidad, sin huelga, y recordó lo complicado que fue el inicio del curso pasado, con casi un mes de paro. «Es su responsabilidad», insistió.