El GEN-GOB de Ibiza ha emprendido una campaña para valorar en qué medida el turismo afecta al entorno, y si el ecosistema está preparado para absorber la gran presión turística del verano. «Una parte importante del esfuerzo se dirigirá a valorar el impacto de los fondeos de las embarcaciones y analizar la gestión y aprovechamiento de las aguas residuales», afirma la junta directiva de la organización a través de un comunicado.

Otra de las acciones que se pondrán en marcha durante este periodo es el servicio de información dirigido a los navegantes para tratar de mejorar las prácticas a bordo. Se informará, a los barcos fondeados en diferentes zonas de las Pitiusas sobre la necesidad de evitar determinadas prácticas que pueden ser ilegales y por tanto, sancionables y que afectan al medio marino: verter aguas residuales al mar incumpliendo la normativa vigente, la pesca sin licencia o el fondeo sobre las praderas de posidonia oceánica, sea o no en una zona protegida.

Esta campaña, que tendrá una duración de un mes aproximadamente, se enmarca dentro del proyecto ´La mar, una responsabilitat compartida´, que inició la organización en 2013.

De esta manera, las acciones de este año son una continuación de las tareas desarrolladas el verano pasado. Durante ese periodo se diagnosticó cuáles eran las agresiones más importantes que afectan al medio marino balear y las zonas más perjudicadas en las islas. Este año, los trabajos están encaminados a continuar y complementar las labores que se desarrollaron en temporadas previas.

Para llevar a cabo este trabajo el GEN contará con la ayuda de un grupo de voluntarios pertenecientes al área marina que han estado recibiendo, durante las últimas semanas, la formación y las indicaciones necesarias para poder efectuar las diferentes actividades planteadas.

El proyecto ´La mar, una responsabilitat compartida´ cuenta con el apoyo de la fundación holandesa Adessium y de la organización Ibiza Preservation Fund (IPF).