A pesar de que ayer tanto el presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, como el presidente insular, Vicent Serra, rebajaron su discurso del día anterior y aseguraron que el PP trataría de mantener la alcaldía de Vila, «si fuera posible», lo cierto es que de momento no la han ofrecido a ninguno de los posibles sustitutos para cubrir las cuatro vacantes que quedan en el grupo municipal popular. El PP ya ha contactado con las personas que ocupan los puestos detrás de los que han salido, pero solo les ha pedido si estarían dispuestas a formar parte del grupo municipal.

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Ayer volvió a ser un día intenso de reuniones en la sede del partido en la avenida de Bartomeu de Roselló. A media tarde se celebró la junta local, que contó con una nutrida representación de afiliados, y, después, la ejecutiva del PP insular.

En la primera reunión estuvieron presentes al menos dos de los cuatro nombres a quienes corresponde entrar en el equipo de gobierno por su situación en la lista tras la salida de la alcaldesa Pilar Marí y los concejales Joan Mayans, Rai Prats y Alejandro Marí: Eirikur Casadesus Baldursson, gerente del Consorcio Eivissa Patrimonio de la Humanidad, y Virginia Marí Rennesson, funcionaria del Consell e hija del expresidente Antonio Marí Calbet. El primero, al parecer, ya ha dado su conformidad y la segunda se lo estaría pensando, según ha podido saber este diario.

No aparecieron ni María Fajarnés Costa, hija del diputado y exalcalde de Vila, ni Eladio Merino, pediatra ya veterano. Tampoco han respondido al ofrecimiento, aunque no está confirmado que el partido haya podido contactar con Fajarnés.

Momentos tensos

Durante el encuentro con los afiliados de Vila, Serra y la presidenta de esta agrupación, Carmen Domínguez, explicaron con detalle lo acontecido en los últimos días y avanzaron algunas de las claves del futuro del partido en el Ayuntamiento.

Aunque no fue una reunión demasiado tensa, sí tuvo momentos intensos, como cuando varios de los presentes pidieron explicaciones por la elaboración de la lista e incluso preguntaron si se iban a depurar responsabilidades. La losa cae sobre los hombros de los miembros del comité electoral, del que eran miembros precisamente Domínguez y el diputado Fajarnés.

Serra descartó aplicar de nuevo mano dura como ha hecho Bauzá a instancia suya, según se matizó ayer en la reunión, y pidió paciencia a los afiliados, aunque no descartó que, una vez superado este episodio de crisis, se depuren responsabilidades. «Está todo muy caliente. Ésa es la excusa que nos han puesto para no hablar de este tema», relató uno de los presentes.

El partido «va a tirar de lo que tiene, eso ha quedado claro» y «tampoco se sabe si se presentará un candidato», son otras dos ideas que salieron de la reunión, añadieron las mismas fuentes.

No se analizaron tampoco posibles pactos con terceros ni otras maniobras: «Se han limitado a explicarnos qué ha pasado y cómo se ha actuado».

Así, en esta suerte de catarsis de la agrupación de Vila previa a la ejecutiva insular, también se acordó «cerrar filas» en el partido hasta que escampe «y se mirará que no vuelva a pasar». Se analizó que Rai Prats, por ejemplo, llevaba un tiempo en el partido «pero no en política» y de ahí su inexperiencia para algunos.

Otro de los detalles que trascendieron durante la reunión de la agrupación de Ibiza está relacionado con la dimisión de Lina Sansano. Al parecer, y según explicó uno de los presentes, en el encuentro de ayer tarde se relató que la alcaldesa Pilar Marí le estaba haciendo «la vida imposible» a la responsable de Cultura hasta el punto de que intentó dejarlo todo «en tres o cuatro ocasiones».

Serra tuvo entonces que intervenir y emplearse a fondo para convencerla y que se quedara, pero al final la concejala «explotó» con las consecuencias ya conocidas, relataron las mismas fuentes.