El GEN de Ibiza denunció ayer la «destrucción injustificada e ilegal» de Benirràs que supone, a su juicio, la modificación de las Normas Subsidiarias (NNSS) del municipio de Sant Joan. El grupo ecologista acusó a las instituciones de Ibiza „«con la complicidad del Govern balear»„ de hacer caber «como sea» 43 casas en este enclave que aseguran que es «la última playa semivirgen que quedaba en el municipio de Sant Joan». Para el GEN, la decisión de modificar las NNSS es «la culminación de un proceso vergonzoso y deplorable encaminado a eliminar para siempre esta joya natural».

Los ecologistas afirman que el proyecto de urbanización «no responde a ninguna necesidad objetiva» y que solo satisface «las ansias de especulación» de sus propietarios. Además, acusan al PP de condenar a esta cala «a la masificación y a la destrucción paisajística» y auguran que en el futuro Benirràs será «un pegote más de hormigón, sin ningún parecido con lo que debería ser una cala natural». En este sentido, el GEN considera que los «pequeños cambios» que se han plasmado en el plan parcial «no evitarán la desfiguración definitiva de este enclave, que debería ser el orgullo de los habitantes de Sant Joan y ahora, en cambio, será una vergüenza urbanística más».

El GEN apunta que la construcción de esta urbanización será posible gracias a la Ley de Urbanismo Sostenible, que asegura que es «totalmente ilegal». Los ecologistas recuerdan que esta normativa «considera suelo urbano cualquier lugar que tenga alguna infraestructura inacabada», mientras que la ley estatal únicamente lo considera urbano si lo están todas. «El Tribunal Superior de Justicia de Balears ha recordado que esta normativa puede ser inconstitucional, pero esto no es suficiente para que el PP recapacite y rectifique». Además, ironiza pidiendo al Consell de Ibiza y al Ayuntamiento de Sant Joan que retiren la foto de Benirràs de sus folletos turísticos que «promocionan una Ibiza natural y auténtica, porque este lugar ya no lo será».