El pleno del Ayuntamiento de Sant Joan dio ayer el visto bueno a la modificación de las Normas Subsidiarias (NNSS) para permitir la construcción de 31 viviendas unifamiliares en Benirràs. Además, se aprobó el pliego de condiciones y contratación de la obra de soterramiento del torrente para mejorar los accesos al colegio Labritja.

«Reactivamos el plan urbanístico de Benirràs para delimitar la edificabilidad en esta zona, donde se elimina la posibilidad de construir viviendas plurifamiliares [bloques de edificios]», explicó el alcalde de Sant Joan, Antoni Marí Marí, Carraca, antes de la celebración del pleno ordinario.

Asimismo, puntualizó que con esta medida urbanística se rebaja la habitabilidad a un 0,25. Es decir, en una parcela de 1000 metros cuadrados solo estará permitido construir una vivienda de 250. Esta modificación de las normas urbanísticas de Sant Joan se produce después de que la Comisión balear de Medio Ambiente descartase una Evaluación Ambiental Estratégica al considerar que la urbanización de Benirràs «no tiene efectos significativos sobre el medio ambiente».

La siguiente novedad en materia urbanística fue la aprobación de la aplicación de la Disposición Transitoria 4ª del Plan Territorial Insular (PTI), que trata sobre el régimen de las parcelas segregadas. Con esta medida se integra la legislación del PTI referente a las fincas divididas en las normas urbanísticas de Sant Joan.

Otros dos de los puntos destacados del orden del día del pleno de ayer hicieron referencia al torrent de Sant Joan. Allí se ha proyectado una obra de soterramiento dirigida a mejorar los accesos al colegio Labritja, ya que cuando llueve se inundan los alrededores y esto dificulta el paso a los escolares.

En primer lugar el pleno dio el visto bueno a que se destine una partida de los presupuestos de 2015 a la ejecución de la segunda fase del proyecto. Además, se aprobó el pliego de condiciones y contratación de la primera fase de la obra de soterramiento del torrente. «Esta medida supone una mejora muy importante para la escuela y su presupuesto rondará los 600.000 euros», detalló Carraca, que ya avanzó esta solución en diciembre de 2013.

En la sesión ordinaria de ayer se cerraron de forma definitiva las cuentas generales de 2013 del Ayuntamiento, que tuvo 1,4 millones de superávit. El Pleno del Ayuntamiento ya aprobó el 24 de marzo los presupuestos del año pasado. A pesar de este balance positivo, Carraca avanzó entonces que se mantendrían todos los servicios prestados en 2013, pero que no se emprenderían nuevos proyectos.

El resto de puntos abordados en la sesión plenaria del Consistorio trató sobre la ratificación de diversos acuerdos, la aprobación del expediente de modificación de créditos 1/2014, así como el visto bueno a un estudio de detalle a la calle Puig de Missa de Sant Miquel.