La galería madrileña Parra & Romero, sin duda una de las más potentes y con mayor proyección internacional del país, ha conseguido atraer a su espacio de Santa Gertrudis (una nave ubicada junto a la ITV) a coleccionistas y patronos de museos de todo el mundo. El año pasado nada menos que Paul Auster se paseó por sorpresa por sus instalaciones. Esta es su segunda temporada en la isla. La muestra se puede visitar de lunes a sábado de 19 a 22 horas o con cita previa (www.parra-romero.com).

-¿La apuesta de Parra & Romero por Ibiza va para largo?

-Por supuesto. Está claro. Seguimos pensando que es importante para la isla, para nuestros artistas y como proyecto. Nos ha gustado mucho el recibimiento que hemos tenido tanto en Ibiza, empezando por los propietarios de la nave, como por la gente que traemos de fuera. El día de la inauguración vino muchísima gente de museos, coleccionistas... fue francamente buena.

-¿Qué impresiones se llevan los visitantes del espacio, de esta nave que parece estar en mitad de la nada?

-Les sorprende muchísimo. A todos les cuesta un poco llegar, sigue estando escondida. Es una especie de lugar secreto y, desde luego, cuando entran no se esperan un sitio así. A los artistas les encanta el reto de un espacio de este tipo, rural e industrial al mismo tiempo.

-Este año han abierto antes.

-El año pasado inauguramos el 13 de julio y este año el 31 de mayo.

-Y hasta octubre...

-Mantendremos la misma exposición pero iremos haciendo algunas cosas más como performances y encuentros con artistas que vienen a la isla. El resultado está siendo muy bueno. La semana que viene [por esta] visitarán la galería algunos patronos de la Tate Modern, gente que no había estado nunca antes en la isla. La Fundación Botín y algunos coleccionistas importantes de Suecia, Alemania, Suiza, gente que conocía la isla desde hace años pero que no habían vuelto, ahora están incluso interesados en poner un pie en Ibiza otra vez. Gente realmente interesante e influyente en el mundo del arte. Es muy positivo también para la isla que este tipo de personas vengan. Desde la más absoluta humildad, nos gusta aportar o ayudar a preservar la esencia intelectual o cultural que ha tenido siempre la isla.

-Ese ´turismo cultural´ con mayúsculas que se echa en falta...

-La isla tiene un potencial increíble. Está conectada a dos horas de avión de la mayoría de lugares de Europa. Es una pena que durante el invierno las conexiones fallen tanto. Hemos venido con gente en invierno y las conexiones de los vuelos han sido dificilísimas. A veces resulta un obstáculo. Nos planteamos la posibilidad de hacer algo durante el invierno pero con estas dificultades tendremos que dejarlo más para adelante.

-¿Tienen previsto establecer algún tipo de colaboración con el MACE u otros museos de Baleares?

-Tenemos muy buena relación con Elena [Ruiz Sastre, directora del MACE] y nos encantaría colaborar con ella, apoyarla en lo máximo que pudiéramos porque nos parece que el museo tiene un gran potencial. No tenemos previsto nada pero estaríamos encantados de colaborar y lo mismo con Es Baluard. Ya lo hacemos con la mayoría de museos en España como el Reina Sofía o el Macba. Uniendo fuerzas podríamos potenciar todavía más la cultura y la escena del arte en Ibiza.

-¿Planean actividades complementarias en la galería?

-Para el año próximo estamos planteando contextualizar las exposiciones en la isla con un seminario donde podamos traer a comisarios, directores de museos nacionales e internacionales, escritores, críticos y artistas, no solo de fuera sino de la isla y generar así un vínculo mayor con la cultura fuera del contexto de la galería.

-Antes los museos compraban obra a las galerías pero ahora los presupuestos para ello se han desvanecido¿Hay alguna otra forma de colaborar?

-La única manera de colaborar es poder organizar exposiciones de los artistas en los museos... Que artistas tuyos, que están en instituciones extranjeras, viajen a España... Lo de las compras de arte es más complicado porque, desafortunadamente, los museos hoy en día tienen dificultades para programar incluso sus propias exposiciones. Las ventas a museos se han reducido muchísimo. Ese es un problema que España vivirá en un futuro porque habrá muchísimos huecos en las colecciones institucionales de períodos que no pueden cubrir. El problema no es a corto plazo sino a largo plazo.

-¿Afectaría de forma positiva que se desarrollase la Ley de Mecenazgo que se anunció al principios de la legislatura y sigue estancada?

-La Ley de Mecenazgo sería importantísima. Como ya ocurre en otros países, los coleccionistas podrían apoyar mucho más, a través de la iniciativa privada, no solo a las instituciones públicas sino también la escena del arte en general. Sería crucial. La política muchas veces no entiende eso. Si se fomentase más se tributaría mucho más. Es como la reducción del IVA cultural. Si realmente hubiese una rebaja clara del IVA cultural se potenciaría mucho más el sector, se vendería muchísimo más... Y el Gobierno, a su vez, tributaría muchísimo más. Muchas veces pensamos que el arte es lujo en vez de cultura. Y ese es el gran error. No tiene que ser medido por el mismo rasero.

-¿Y cuál es la solución?

-Si un gobernante viajase más a ciudades como Berlín, que han regenerado barrios enteros a través de las galerías, o incluso Nueva York o a cualquier ciudad que tenga un papel relevante en el mundo de la cultura, se daría cuenta de la importancia que tiene el arte también para potenciar la economía de una ciudad. El turismo que conlleva. Lo hemos vivido también en Miami. Una ciudad que, gracias a una feria como Art Basel Miami Beach, se transformó. La potenció a un nivel impresionante a través de una feria de arte contemporáneo. Aumentaron las plazas hoteleras, el aeropuerto se expandió... y todo por una semana al año que mueve muchísimo dinero. Se abrieron museos, colecciones privadas... Es una ciudad que se ha dado cuenta que el mundo del arte potencia mucho la economía de la ciudad.

-En España lo hemos visto con el museo Guggenheim y la transformación de Bilbao.

-Este tipo de proyectos fomentan un turismo que se podría definir como más refinado intelectualmente y quizás con un poder adquisitivo mayor que otros. La imagen de la ciudad mejora en muchísimos sentidos y eso lleva otro tipo de beneficios que no se perciben solo en la red cultural sino en la hostelería, por ejemplo.

-La galería está un poco escondida. ¿Reciben visitas fuera de los contactos que establecen por la gestión de Parra & Romero?

-Siempre, siempre. Sobre todo es gente que viene porque otros le han dicho que existe. El año pasado entró un hombre acompañado por otras personas. Lo miré y me dije: esta cara me suena. ¡Era Paul Auster!

-¿Confiaban en que la galería funcionase bien en Ibiza o les ha sorprendido?

-Este tipo de proyectos dependen mucho del esfuerzo y de la ilusión que les pongas. Nosotros hemos puesto muchísimo entusiasmo en el proyecto. Eso ha sido un ingrediente fundamental para que funcione. Creemos muchísimo en nuestro proyecto.