­Dos jóvenes que fueron denunciados por violar a una turista en una fiesta que se celebró a bordo de un barco discoteca han quedado en libertad con cargos mientras continúa la investigación. La representante de la Fiscalía de Ibiza solicitó su ingreso en prisión, eludible con el pago de una fianza de 6.000 euros. La Guardia Civil y fuentes judiciales confirmaron ayer que el informe forense revela que se hallaron señales de que la víctima fue agredida sexualmente.

La mujer, que ha regresado a su país natal, Australia, y dice que no quiere volver nunca más a España después de lo sucedido, ratificó en el juzgado de guardia que la violaron en la cocina de la embarcación. Los dos hombres reconocieron que mantuvieron relaciones sexuales con la turista, pero aseguraron en su declaración que fueron consentidas.

La magistrada María Luisa Bustillo, titular del juzgado de Instrucción 1 de Ibiza, que se encontraba de guardia, decretó la puesta en libertad de los dos jóvenes, un español de 26 años y un argentino de 28, que tendrán que comparecer periódicamente en las dependencias judiciales para firmar y cada vez que sean citados, mientras continúen las diligencias.

Los hechos a los que se refiere la denuncia, adelantados ayer por Periódico de Ibiza y Formentera, ocurrieron el 28 de junio a bordo de un barco discoteca. La turista australiana estaba muy ebria, según reconoció después ella misma, y en un momento dado se sintió indispuesta. Fue entonces cuando, siempre según su versión, los dos hombres abusaron de ella en la cocina del barco. Al menos uno de los dos trabajaba como camarero y estaba poniendo copas en la fiesta, según ha podido saber este diario.

Reconocidos en fotografías

Al día siguiente la víctima denunció la violación, por lo que la Guardia Civil comenzó a investigar. Los agentes solicitaron un informe y en las pruebas efectuadas por los especialistas del Instituto de Medicina Legal de Ibiza se encontraron indicios de que la mujer pudo ser objeto de la agresión sexual denunciada. La joven reconoció a los presuntos agresores en las fotografías de los hombres que trabajaban a bordo de la embarcación que le mostró la Guardia Civil. Los agentes les arrestaron y los pusieron a disposición judicial.