El enfrentamiento entre el Consell y el Ayuntamiento de Ibiza por el uso de la estación de autobuses Cetis sigue muy vivo. El Consistorio ha rechazado, mediante un decreto de alcaldía del pasado 16 de junio, la solicitud formulada por el Consell para ampliar el número de paradas de autobús de la ciudad y «la adecuación» de las existentes, dotándolas de más espacio, para la mejora de la maniobrabilidad de los vehículos, y marquesinas para la comodidad de los usuarios.

El subinspector responsable de la gestión del tráfico de Vila sostiene en su informe que el cierre del Cetis ha supuesto que se repitan de nuevo los problemas de «contaminación acústica y medioambiental, por los ruidos y humos de los motores», de la avenida Isidor Macabich. «Han vuelto a producirse aglomeraciones en las aceras. La ubicación de paradas de autobús afectan negativamente al normal desarrollo del tráfico y no garantiza la seguridad vial de otros usuarios de la avenida, disminuyendo la fluidez de la circulación», apunta el técnico, quien concluye que «no es conveniente autorizar más paradas de las ya existentes» sino volver a «utilizar la estación de autobuses» del Cetis.

Por su parte, la arquitecta técnica municipal señala en un segundo informe que para instalar nuevas marquesinas las aceras deberían tener una anchura suficiente para dejar un tramo libre de obstáculos de como mínimo un metro y medio. «Pocas aceras del municipio tienen actualmente un ancho superior a los dos metros y medio, por lo que en la mayoría de los emplazamientos solicitados no será posible cumplir el decreto de supresión de barreras arquitectónicas», advierte el informe, en el que también se destaca que la instalación de nuevos puntos de espera cubiertos requeriría «la modificación o supresión de mobiliario urbano, como farolas o contenedores».

Dos paradas nuevas denegadas

En su propuesta, que fue presentada el pasado 15 de mayo, una vez empezada ya la temporada turística, el Consell solicitaba la instalación de una nueva parada de 15 metros para un vehículo frente al edificio de los juzgados (para la línea del aeropuerto) y la recuperación solo durante los meses de verano de la que anteriormente había en Ignasi Wallis a la altura del Instituto Santa María (30 metros para dar cabida a dos autobuses). El Ayuntamiento se niega a ello dada, en el caso de la parada de los juzgados, «la imposibilidad de reubicar el punto verde (con contenedores) que se encuentra en esta zona». «Su eliminación comportaría graves perjuicios a las viviendas y comercios de la zona», agrega.

En cuanto a la parada de Ignasi Wallis (el Consell quería que fuera solo de bajada para descongestionar la situada frente a la antigua sede de la delegación del Gobierno en Isidor Macabich), el Ayuntamiento sostiene que el instituto está en contra de ello, aunque solo opere en verano, porque «durante estos meses se llevan a cabo actividades en las aulas».

Por otro lado, el Consell también solicitaba la instalación de más marquesinas, sobre todo en la parada de la antigua sede de la Delegación del Gobierno, donde se producen aglomeraciones de usuarios que esperan el autobús bajo el sol, y la supresión de plazas de aparcamiento en diversos puntos para mejorar la maniobrabilidad de los vehículos y evitar que se queden parados invadiendo parte de uno de los carriles de circulación, lo que provoca retenciones del tráfico en Isidor Macabich.

El subinspector de la Policía Local sostiene en su informe que si se ampliase el espacio donde cargan y descargan los vehículos en la avenida Isidor Macabich (también en la Avenida de España), «se volverá a la situación de caos circulatorio, ya que a más paradas más autobuses». La consellera de Movilidad, Pepa Costa, asegura que esto «no es cierto» porque el número de autobuses «no varía», son «los que hay». Costa sostiene que la propuesta del Consell era para mejorar las condiciones de los usuarios y los vehículos: «No estamos de acuerdo, pero ellos lo justifican y nosotros lo aceptamos. Nos quedaremos igual». La consellera califica de «extraña» la posición de Vila de que en la ciudad no pueda haber paradas de autobús e insiste en que «no tiene sentido» que los usuarios tuvieran que atravesar toda la ciudad para llegar hasta el Cetis y coger un autobús.