Vestidos de riguroso luto y con la boca tapada con cinta aislante llegaron ayer los profesores del CEIP Can Misses al colegio para celebrar el claustro en el que tenían que dar el visto bueno, «sí o sí», al proyecto del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL). Los docentes, que mostraron pancartas en las que se podía leer ´PTIL imposat´ (´PTIL impuesto´) o ´Votació aprovació TIL´ (´Votación aprobación TIL´) en la que las opciones a marcar eran ´sí´ y ´sí´, fueron recibidos en la puerta por docentes de otros centros, que se sumaron a la protesta, también de negro y sin voz.

«[Estamos aquí] los miembros del claustro de Can Misses para denunciar la imposición que desde la conselleria [de Educación] nos hacen para aprobar nuestro proyecto TIL», explicó ante los alrededor de 40 docentes congregados y los medios de comunicación el jefe de estudios del centro, Joan Amorós.

Según Amorós, el claustro del colegio se ha reunido ya en tres ocasiones anteriores y en todas ellas ha dicho «no» al proyecto. «Hasta tres veces hemos dicho ´no´, porque el proyecto no cumple las principales normas educativas. No tiene en cuenta nuestra autonomía como centro. No tiene en cuenta a nuestro alumnado ni el contexto en el que vive. No tiene en cuenta las diferentes evaluaciones tanto internas como externas que hacemos en el centro», afirmó el jefe de estudios.

En este sentido, señaló que hasta ahora no han podido hacer «otra cosa que decir ´no´ a un TIL impuesto» y que lo que ellos defienden es hacer su propio proyecto lingüístico atendiendo a las características de su centro educativo. Sin embargo, Educación les ha comunicado que tienen que votar a favor del proyecto: «Los otros tres claustros han sido anulados por vicio de nulidad según la ley 30/1992 de funcionamiento de la administración pública. Hemos recibido la comunicación por parte de la conselleria de que tenemos que votar sí o sí, y hoy entraremos a votar sí obligados por la conselleria», sostuvo Amorós.

El jefe de estudios de Can Misses resaltó que no tienen otra opción. «Según ellos, esa ley dice que como el proyecto es legal, se atienen a la normativa y tenemos que votar sí obligatoriamente», apuntó y agregó que en el caso de que de por cuarta vez votaran que ´no´, el claustro se anularía y en 48 horas deberían convocar otro para votar de nuevo. «Y así hasta el infinito», sentenció.

Ante esta situación, Amorós destacó que la única salida que les queda es la «jurídica» y garantizó que la van a utilizar. «En el momento en que recibamos los diferentes informes [de Educación sobre el proyecto] por escrito, nosotros y todos los centros de Balears que estamos implicados en esto pondremos en marcha los servicios jurídicos para ver qué podemos hacer», explicó.

El docente insistió en que el proyecto del TIL no les parece «correcto, coherente ni viable educativa y curricularmente» y resaltó que han estado votando en contra puesto que tienen «potestad como claustro», pues en el artículo 6.3 de la orden de desarrollo del TIL se establece que «para la aprobación, los órganos competentes son el claustro de profesores, en cuanto a los aspectos educativos y de concreción curricular».

Amorós indicó que actualmente son «siete u ocho» de una treintena los centros educativos que tienen que repetir la votación de los claustros por haberse opuesto al proyecto. «Mañana [por hoy] se reúnen en San Ciriaco, el lunes en el Quartó del Portmany y en el Algarb aún no está programado, pero también lo tienen que hacer», dijo como ejemplo y apuntó que aunque inicialmente eran una veintena los centros que habían dicho ´no´, poco a poco ha ido reduciéndose el número ante el desánimo existente provocado por la situación.

En cuanto a cómo se presenta el próximo curso escolar, el jefe de estudios del CEIP Can Misses resaltó que con las condiciones de trabajo que tienen actualmente «muy esperanzadoras no son las expectativas».