Los docentes están a punto (si no lo han hecho ya) de abandonar sus colegios e institutos hasta el 1 de septiembre. La conselleria de Educación se dispone a disfrutar de dos meses sin concentraciones, manifestaciones y cualquier tipo de protesta. Vacaciones para las que los concejales y las dos conselleres insulares de educación de las Pitiüses les ponen deberes: conseguir que la próxima vuelta al cole no sea como el pasado septiembre.

Pepita Costa, consellera insular de Educación en Ibiza, cree que ponerse de acuerdo implica «que las dos partes estén dispuestas a ceder». Asegura que ha vivido este curso «con preocupación», inquietud que ha percibido también en padres y docentes, a algunos de los cuales ha visto «desanimados». «Quiero ser optimista, hace falta un acuerdo, pero eso es responsabilidad de las dos partes enfrentadas», concluye.

«Este no ha sido un curso normal. Ha habido imposición y la conselleria no ha tenido talante para reconducir la situación de crispación», afirma la consellera de Educación de Formentera, Sonia Cardona, que denuncia que las políticas del Govern en enseñanza «han tenido a todo el mundo en contra» y se han usado «para eclipsar otros problemas»: aumento de alumnos en las aulas, reducción de becas de transporte y comedor a las familias y de recursos para atender a la diversidad, entre otros. «No ha habido debate o discusión, sólo imposición. Se han puesto en contra a los docentes, a las familias, a la universidad, a los inspectores... Todos no podemos estar equivocados», añade. La consellera señala que en los consejos escolares padres y docentes han transmitido su sensación de «descontento» y de que todo se estaba haciendo «de forma improvisada». A diferencia de Costa, Cardona no cree que la situación mejore el próximo curso: «Han encendido un fuego y no parecen tener intención de apagarlo».

Las dos partes deben ceder

Los concejales de Educación de casi todos los ayuntamientos de Ibiza se muestran optimistas respecto al próximo curso, cuando confían en que las clases puedan comenzar con normalidad. La concejal de Vila, Miryam Valladolid, fue la única que no quiso hablar sobre este tema. El responsable de comunicación del Ayuntamiento envió un texto que puso en boca de la regidora: «Mi valoración es positiva, ya que, pese a que el inicio fue un poco convulso a causa de la convocatoria de huelga, el esfuerzo realizado por los docentes y los alumnos ha hecho que el curso se haya desarrollado con normalidad».

La concejala de Educación de Sant Josep, María José Ribas, califica el curso como «difícil» y cree que las últimas reuniones de la conselleria allanan el camino para que el que viene no lo sea tanto. «El TIL es un buen proyecto, pero debe implantarse de forma más progresiva y con consenso. Me hubiera gustado que hubiera habido más diálogo», apunta la concejala, que confiesa que entiende las quejas de los padres y los profesores por la «precipitación de su aplicación».

Santi Marí, regidor de Educación de Sant Joan y presidente del Consell Escolar Insular, asegura que en las reuniones ha notado «cansados y desanimados» a los profesores. «Tienen la sensación de que su opinión no cuenta lo que sería necesario», apunta Marí, que cree que esto no debería ser así. «Hay que escucharlos y considerarlos porque para hacer su trabajo necesitan estar a gusto y motivados», opina el concejal, que es optimista respecto al próximo curso. Porque la conselleria parece dispuesta a negociar y porque los docentes ya han anunciado que, de retomar la huelga, lo harían en abril, lo que, a su entender, significa que tienen esperanzas de llegar antes a un acuerdo. «Pero para eso hace falta que las dos partes cedan un poco», apunta. «Toca sentarse y negociar», indica.

«Este curso no ha sido normal, lo digo como madre, y los alumnos han sido los más perjudicados», señala Sara Ramón, concejala de Educación de Sant Antoni, que confiesa que está «contenta» de que las clases hayan acabado «bien». En este sentido, reconoce que el ambiente en los consejos escolares a lo largo del curso ha reflejado la situación que se vivía en cada momento: «Al principio era peor, así como ha avanzado el curso ha ido mejorando». Ella también cree que será posible el acuerdo entre la conselleria y los docentes. «Antes era una pared contra otra pared, ahora pienso que han flexibilizado posturas», apunta.

Esa sensación de que el ambiente ha ido mejorando durante el curso la tiene también Edu Sánchez, concejala de Educación de Santa Eulària. «Se ha sabido reconducir. El clima, al final, era bueno. Las situaciones de crispación, como se vivieron al principio, han desaparecido», afirma la regidora, que confiesa, sin embargo, que siente «preocupación». «No podemos decir que no ha pasado nada», insiste Sánchez, directora del colegio Puig d´en Valls, que valora el trabajo que han hecho los profesores para «adaptarse a las circunstancias» tras regresar a las aulas. «Han llevado las clases con normalidad y han ayudado a no trasladar ese mal ambiente a las aulas», apunta. Sánchez aboga por un «gran pacto por la educación» y asegura, optimista, que, a pesar de lo que parece, es posible lograrlo «si todo el mundo pone de su parte».