El juez decano de Ibiza, Juan Carlos Torres, envió ayer dos escritos para denunciar la «lamentable y tercermundista» situación en la que se encuentran los juzgados de la avenida de Isidor Macabich de Vila: uno al Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) y otra a la Gerencia Territorial en Balears del Ministerio de Justicia.

«Me reservo el derecho, casi la obligación moral, de reubicar a los detenidos en una sala del edificio y solicitar apoyos para su custodia policial», anunció ayer el decano. Torres pedirá que se traslade a los arrestados a otras dependencias diferentes a los de los calabozos cuando en el semisótano del edificio se produzcan determinadas circunstancias.

En concreto, el decano solicitará el traslado cuando se alcancen temperaturas de entre 25 y 30 grados y se produzcan situaciones de hacinamiento, es decir, que se junten más de ocho personas en cada calabozo, que apenas tienen diez metros cuadrados. En veranos pasados llegaron a estar hasta 20 en uno de los dos que hay, según ha podido saber este diario.

Además del hacinamiento que se produce habitualmente, los detenidos tienen que soportar un desagradable olor, no hay ventilación ni un sistema de extracción del aire y comparten un solo váter, sin puerta, para todos.