Los empresarios del sector de excursiones marítimas presentes ayer en una reunión en la Estación Náutica de Sant Antoni y Sant Josep, en la que estuvo el presidente del Consell, Vicent Serra, concluyeron que «es el momento de que las administraciones competentes regulen nuestra actividad, impongan medidas de obligado cumplimiento que rompan la desconfianza hacia este sector y que frenen el intrusismo».

El encuentro se celebró después de que el lunes muriese ahogado en el mar, frente a Cala Tarida, un turista que participaba en una excursión en el catamarán ´Passion Cat´, donde se encontraban a bordo más de 60 personas. El barco cumplía todas las normas pero el martes estuvo amarrado a puerto porque tenía caducado el despacho obligatorio que concede la Capitanía Marítima para navegar. El patrón lo presentó ayer, por lo que ya puede zarpar de nuevo, según informó un portavoz de la Guardia Civil.

«Hemos hablado de la problemática de los party boats y de la necesidad de cumplir el decálogo de buenas prácticas. Tenemos que hacerlo llegar a todos los colectivos, incluidos a los que alquilan barcos por Internet», comentó después del encuentro Vicent Serra. El presidente se refiere al decálogo firmado antes de la temporada turística entre las principales instituciones y empresas implicadas en la actividad de los barcos discoteca.

Barra libre prohibida

Entre otros puntos, en este decálogo se indica que los empresarios deben controlar el aforo, tienen que obligar a los pasajeros a cumplir las normas de comportamiento, se prohíbe la barra libre y se debe impedir subir a las embarcaciones a los que presenten síntomas de embriaguez «o de no estar en plenas facultades».

La Estación Náutica de Sant Antoni y Sant Josep propone a las instituciones, después de la reunión de ayer, que este decálogo sirva como normativa o decreto y que se sancione con firmeza a quienes lo incumplan. «Nos da la impresión de que se quiere demonizar nuestra actividad, que lleva décadas funcionando en nuestra islas, como hace unos años se intentó hacer con los beach club», critican los responsables de la estación en una nota enviada a los medios.

Además, recuerdan que la muerte de Przemyslaw Jarema, que tenía 36 años, es «un hecho aislado». «El suceso en el que perdió la vida este chico no se produjo en una de estas fiestas, sino en una travesía privada legal, que cumplía el aforo y las normas de seguridad», apuntan desde la estación, desde donde lamentan «la desinformación en torno a estos hechos». «Somos los primeros en denunciar la actividad de quienes operen al margen de la ley», concluyen los representantes de la Estación Náutica de Sant Antoni y Sant Josep, que agrupa a 140 empresas, una de las cuales organizó el lunes la excursión del ´Passion Cat´.

«Fue un accidente, el barco cumplía la normativa y respetaba el decálogo», añadió el presidente del Consell. «Llevamos preparando la temporada casi un año, seguiremos manteniendo reuniones e intentaremos que se cumpla el decálogo», añadió Vicent Serra, que se ofreció para reunirse con cualquier empresario del sector. «La mayoría cumplen las normas. Puede haber personas que consuman sustancias que hayan comprado antes», apuntó Serra.

En el encuentro de ayer estuvieron presentes tres representantes de empresas que trabajan con barcos discoteca, el presidente del Consell, la consellera de Turismo, Carmen Ferrer, la de Medio Ambiente, Pepa Costa, las alcaldesas de Sant Antoni, Pepita Gutiérrez, y de Sant Josep, Neus Marí, y varios concejales, según informó el propio Vicent Serra.