­La Guardia Civil trata de identificar al autor o autores del homicidio del ciudadano polaco hallado muerto en su coche, el pasado 13 de mayo, en Cala d´Hort. Los investigadores no descartan ninguna hipótesis, pero la principal que barajan y sobre la que trabajan casi en exclusiva es la de que no fue una muerte natural ni accidental, sino un crimen, según ha podido saber este diario.

Fuentes próximas al caso informaron ayer que el equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Ibiza está a la espera de los resultados de los análisis de los restos de sangre encontrados en el trastero del apartamento en el que trabajaba y residía el fallecido, Wojcieh Ryszard Kadziolka, un hombre de nacionalidad polaca. El piso se encuentra en la calle Guipúzcoa de Cala de Bou, cerca de la playa de es Pinet.

La familia, que vive en un pueblo de Toledo, ha conseguido reunir hasta ahora 1.200 euros. Claudia Kadziolka, una de sus hijas, solicitó información sobre el precio del transporte del cuerpo de su padre hasta la capital castellanomanchega, unos 7.000 euros. Ante la imposibilidad de reunir esta cantidad, debido a que tienen escasos recursos económicos, se plantearon incinerar el cadáver en un tanatorio de Palma, pero el coste es similar.

El cuerpo sigue en Ibiza

Por este motivo, solicitan ayuda para reunir los 5.800 euros que les faltan. Los interesados en colaborar pueden contactar con la familia en esta dirección de correo: klaudi_666@hotmail.com. Mientras tanto, el cuerpo sigue en Ibiza. En cuanto a los antecedentes del presunto crimen, Wojcieh Ryszard Kadziolka se desplazó a la isla a principios de año para trabajar en la reforma de un apartamento en Cala de Bou. No era la primera vez que venía a Ibiza, puesto que el año pasado ya trabajó en reformas, según explicó ayer su hija en una conversación telefónica. La familia emigró desde Polonia hace ahora 14 años y se instaló primero en Getafe (Madrid) y después en una localidad de la provincia de Toledo.

Acuciados por los problemas económicos, el padre decidió aceptar una oferta de trabajo en Cala de Bou. El dinero que ganaba con las obras de reforma del piso de la calle Guipúzcoa era el principal ingreso de la familia, puesto que el resto de miembros se encuentran en paro.

Ryszard llamaba casi todos los días a su esposa y a sus hijos, que viven en el mencionado pueblo toledano, por lo que se extrañaron mucho cuando no les telefoneó el 6 de mayo. Una semana después, el 13 de mayo por la tarde, agentes de la Guardia Civil encontraron el cadáver del hombre dentro de un coche en los alrededores de Cala d´Hort. La familia está pendiente, además de transportar el cadáver, de recuperar el vehículo, un monovolumen Chevrolet Trans Sport.

El cuerpo tenía pequeños cortes en los brazos aunque en un primer momento los agentes especializados en este tipo de casos del cuartel de la Guardia Civil de Can Sifre, el equipo de Policía Judicial, pensaron que no existían indicios de violencia, según pudo saber este diario días después del hallazgo. Sin embargo, tras la autopsia y después de encontrar restos de sangre en el trastero de la vivienda de Cala de Bou, los investigadores están convencidos de que se cometió un crimen, según aseguran ahora fuentes conocedoras del caso.

No obstante, apenas ha trascendido información oficial, debido a que se ha decretado el secreto de sumario para no entorpecer la investigación.