Con palas y herramientas ha empezado este lunes a trabajar en el cementerio de Sant Joan el equipo de arqueólogos que realiza en Mallorca la primera exhumación de una de las más de cuarenta fosas de la isla con víctimas de la represión fascista que ha documentado la asociación Memoria Histórica.

A primeras horas de la mañana en este pequeño camposanto ubicado a un kilómetro del pueblo, las faenas de prospección que los ocho expertos desarrollaban en una zona determinada de unos 15 metros de diámetro apenas alteraban la calma y el silencio del lugar.

Los arqueólogos, alguno de ellos con experiencia en exhumaciones similares llevadas a cabo en la península, cumplían su cometido en la parte antigua del cementerio, al lado de unas paredes laterales del santuario de la Concepción y dentro de un perímetro acordonado para no ser molestados por eventuales curiosos o la prensa.

La labor de prospección para encontrar los restos óseos de tres campesinos del pueblo de María de la Salud asesinados en octubre de 1936, cuando estaban bajo la custodia de una partida de fascistas de aquel municipio que les trasladaba de noche a Palma, se centra en lo que ha sido un parterre en el que hasta ahora crecían las hierbas, situado sobre una o varias fosas comunes.

"También puede ser que no los encontremos", ha dicho a la prensa la presidenta de Memoria de Mallorca, María Antonia Oliver, sobre las víctimas y a escasa distancia de la fosa en la que documentos oficiales de la época indican que se les enterró como desconocidos después de que trasladaran sus cadáveres a Sant Joan desde un pozo de la finca de Son Fred de este municipio y al que fueron arrojados.

Se trata de los agricultores Miquel Sampol, Joan Gual y Jaume Gual, partidarios o afiliados al sindicato UGT o al partido Esquerra Republicana, los dos primeros casados y con hijos.

El historiador mallorquín, Tomeu Garí, ha explicado que la localización de esta fosa en la que pueden estar los restos de las tres víctimas es producto del examen del cúmulo de documentación y fotografías, muchas con imágenes que hieren la sensibilidad, que ha facilitado a la asociación el Juzgado Togado Militar sobre las causas franquistas.

"Creo que hoy es un día muy importante porque por primera vez una asociación sin ánimo de lucro y con muy poco dinero, ha hecho posible hacer esto", ha apuntado Garí, miembro de la directiva de Memoria de Mallorca.

Garí ha destacado que esta tarea que realiza la asociación le corresponde también al gobierno de Baleares "y además tiene la deuda de realizarla como han hecho en otras comunidades autónomas" del Estado español.

En principio, se estima que los primeros indicios positivos sobre la identidad de las víctimas a las que están buscando se puedan conocer "en dos o tres días", aunque la seguridad no llegará hasta que las pruebas de ADN confirmen que, efectivamente, se trata de los restos de estos campesinos.

Memoria de Mallorca, que ha denunciado en reiteradas ocasiones la falta de apoyo por parte del actual Gobierno autónomo, ha apuntado que hace la primera exhumación en el pueblo de Sant Joan gracias a la ayuda recibida del Ayuntamiento de este municipio, regido por la alcaldesa, Catalina Gayà, quien gobierna con el respaldo del PP.

Hasta el cementerio se han desplazado algunos familiares de las tres víctimas, aunque también personas de otros lugares de Mallorca que perdieron a seres queridos durante la represión franquista y persiguen recuperar los cuerpos para darles sepultura.

"Estoy muy contento de estar aquí, de ver esto" ha podido decir con palabras rotas por la emoción, Miquel Bonet Bassa, cuyo padre fue fusilado en Manacor y cuyos restos espera que aparezcan "cuando todavía estoy vivo o más adelante".