­«Genial. Ha sido genial». El discjockey y productor musical ibicenco Vallès solo necesitaba cuatro palabras para definir su participación, ayer, en el reconocido festival. Vallès estaba emocionado tras su sesión en el Sónar de Día, que comenzó puntual a la una de la tarde.

Ni el intenso calor que hacía a esas horas hizo desistir a los centenares de asistentes de bailar al ritmo de la sesión del ibicenco. Refugiados en las escasas sombras del recinto, el público se movió sin parar durante la hora y media en la que Vallès, de 22 años, estuvo pinchando en el festival, que desde que comenzó en el mundo de la música era una de sus metas.

Vallès se dejó en casa los nervios que le atenazaron cuando el festival le confirmó su participación. Se lo pasó en grande a los platos, disfrutó como nunca. Incluso pudo dormir tranquilo la noche antes, confesó, emocionado, apenas un par de horas después de bajarse del escenario.

«Estoy muy contento, el público ha sido increíble, ha sido una sensación fantástica», insistió Vallès, que vio cómo la gente disfrutaba especialmente con sus propios temas.

El ibicenco se mantuvo fiel a su estilo, que bebe del french touch, y combinó soul, funk y hip hop instrumental durante su sesión, en la que fue de menos a más y en la que contó con los audiovisuales de Albert San Juan, del colectivo Step by Step. Desde el primer momento, Vallès, que presentó su EP ´St. Lucia´ a mediados de enero, tuvo claro qué quería hacer en el Sónar. «No ha habido cambios de última hora, todo ha ido como estaba previsto», apuntó el productor, que explicó que ahora toca «seguir trabajando en la música».