El escaso interés que despiertan las elecciones europeas, las precipitaciones intermitentes caídas durante la mañana y la resaca de centenares de aficionados al fútbol que celebraron hasta altas horas de la madrugada del sábado la décima Copa de Europa del Real Madrid, además de quienes acudieron a alguna apertura de discotecas, no favorecieron una alta participación. La jornada electoral de ayer se desarrolló con absoluta normalidad, a pesar de la confusión inicial de algunos votantes para encontrar su mesa electoral, ya que en las copias del censo aparecían las calles de la zona en lugar de los nombres de los vecinos «por razones de protección de datos».

Aunque en Mallorca la protesta por la política en educación del Govern se coló en la jornada, en Ibiza no pasó de anécdota. Y la protagonizó el edil del PSOE-Pacte del Ayuntamiento Vila Rafael Ruiz, uno de los apoderados de la formación socialista en el colegio Can Cantó, que desde primera hora de la mañana tuvo que llevar su camiseta verde del revés para que no se identificase el símbolo del altavoz del colectivo Professorat Preocupat. Ruiz fue informado por dos agentes de la Policía Local de Vila de que no podía ir vestido con esa prenda de ropa porque la doctrina de la Junta Electoral Central prohíbe a los apoderados e interventores de los partidos políticos y a los miembros de las mesas electorales portar prendas con algún tipo de leyenda de protesta. «Los docentes acordamos ir a votar con las camisetas verdes, pero no sabía que los apoderados no podíamos llevarla. No quería causar ningún problema», aseguró Ruiz, que también es profesor de Educación Física del instituto Algarb.

En cuanto a la participación, un centenar de personas pasaron por las urnas de la escuela de Can Cantó por la mañana. En Sant Antoni, la afluencia de votantes tampoco fue muy elevada. «Yo creo que en total participarán unas 200 personas», pronosticaba Inés Pérez, presidenta de una de las mesas electorales del colegio Cervantes. Asimismo, Pérez destacó la novedad de estos comicios: «En las listas del censo de electores no aparecen los nombres ni apellidos de los vecinos, solo las calles. Esto ha creado mucha confusión», señaló. Aparte del «lío» ocasionado por las nuevas listas, un vocal de la misma mesa que Pérez, Joan Prats, se lamentó de su «mala suerte». «Estoy muy enfadado con el ordenador. ¡A mí ya me tocó ejercer de presidente en las elecciones europeas de 2009 y cinco años después vuelvo a estar aquí!», añadió Prats.

«Además, apenas he dormido porque anoche estuve celebrando que el Real Madrid ganó su décima Copa de Europa», reconoció.