La Feria Eivissa Medieval echó ayer el cierre con un buen balance de asistentes y pocos incidentes, entre los que solo destacó la intervención de los servicios de emergencia el viernes para socorrer a un niño de dos años que se tragó un objeto y se atragantó con él. «Fue un momento de gran tensión que se solucionó gracias a la rápida intervención de Protección Civil», explicó ayer la concejala de Cultura, Lina Sansano.

A falta de conocer las cifras oficiales de asistencia, la concejala aventuró que «se han superado los 120.000 visitantes del año pasado» y como prueba de ello recordó que han subido llenos todos los autobuses que llevaban al público a la feria por es Soto, «y eso que hemos duplicado el número, lo que ha supuesto un incremento de presupuesto importante», puntualizó.

Sansano asegura que los visitantes acuden más de un día a la feria y en horas diferentes «porque lo que se puede encontrar por la mañana es diferente a la feria de mediodía o de la noche».

Mejor justas que espectáculo

Para Sansano, el cambio más importante con respecto a años anteriores ha sido prescindir del gran espectáculo inaugural, que solía tener un coste de entre 18.000 y 25.000 euros y cambiarlo por los torneos de caballeros en el parque Reina Sofía. «Creo que ha sido una decisión correcta porque hemos pasado de tener algo que solo se disfruta una tarde, en la inauguración, a algo de lo que puedes disfrutar cada día en dos sesiones», destacó.

El Ayuntamiento también subraya que este año han sido especialmente sensibles con las personas con discapacidad, tanto con los voluntarios que les han acompañado por la feria como al programar especialmente para ellos un espectáculo junto al Mercat Vell «pensado para todos los que no pueden subir a la ciudadela» por su grado de incapacidad. «Intentamos llegara todo el mundo», insistió la concejala.

Respecto al número de puestos, Sansano calcula que han sido más de 150 porque se han apuntado algunos en el último momento. «Se han distribuido de forma diferente y tal vez en Dalt Vila se han visto zonas más despejadas, pero era un requisito que nos pedían los Bomberos y el jefe de la Policía Municipal para tener más movilidad por si pasaba algo». La concejala recordó, además, que es el primer año que están los Bomberos de manera permanente. «Aunque hasta ahora nunca ha pasado nada, en esta feria se mueve mucha gente y los ayuntamientos tenemos que elaborar un protocolo de emergencias que se ha intentado llevar a rajatabla. Aunque vaya en detrimento de algunas otras cosas la seguridad es lo primero y si luego no pasa nada, pues mucho mejor», añadió y, en este sentido, apuntó que la feria «no sería posible» sin todos los colectivos que trabajan durante estos días en la zona antigua, «incluido Aqualia, Cespa, Citelum, Protección Civil, voluntarios, monitores... porque es un esfuerzo muy grande y de muchas horas y gracias a ellos funciona todo».

Sansano realizó estas declaraciones en la zona de los artesanos ibicencos, su «rincón favorito de la feria», admitió, tras asistir al concierto de la Banda Simfònica Ciutat d´Eivissa dirigido por Adolfo Villalonga, que ya se ha convertido en un clásico de la cita medieval. En esta ocasión contaron con la actuación de los ballets de las escuelas Centro de Danza y Estudio Capricorn, que contribuyeron a dar colorido al concierto.

Centenares de personas siguieron el programa, que contó con bandas sonoras de películas como ´Ben Hur´, ´Braveheart´, danzas populares del Renacimiento y marchas árabes, entre otras piezas.