Sant Antoni se ha convertido en el primer municipio de las Pitiüses que ha modificado su planeamiento urbanístico general para facilitar la implantación de grandes superficies y romper explícitamente con las limitaciones que hasta ahora aseguraban la supervivencia del pequeño y mediano comercio. Tanta es la urgencia con que el PP municipal acomete este cambio que ni siquiera ha esperado a que se apruebe la modificación de su Plan General, ya en trámite. Sin embargo, con esta medida no solo se da vía libre a los grandes hipermercados, sino también a un considerable aumento del tamaño de los locales de ocio, como bares, cafés concierto, restaurantes o similares.

El alcance que tiene la modificación aprobada por el pleno del Ayuntamiento -falta el visto bueno definitivo del Consell- es importante, puesto que afecta a toda la periferia del pueblo y se extiende incluso hasta el límite con Sant Josep, abarcando barrios enteros.

Aunque el equipo de gobierno se ha esforzado en todo momento en no dar la impresión de que esta modificación de planeamiento no se hace «pensando en las grandes superficies», lo cierto es que la documentación aprobada así lo afirma cuando se justifica la «apertura del municipio a centros comerciales de mayor tamaño» y se alude a «permitir una mayor flexibilización en la aplicación de la normativa reguladora del uso comercial».

Siete veces más tamaño

Tanto el documento aprobado provisionalmente como las declaraciones del concejal de Urbanismo, Josep Torres, apuntan siempre en la misma dirección: «No se está aumentando la superficie edificable». Sin embargo, sí aumentan de forma muy notable el tamaño que podrán tener los locales ubicados en los suelos urbanos definidos. En concreto, se pasaría en algunos casos de un volumen permitido ahora de 3.500 metros cúbicos a uno de 25.000 metros cúbicos, es decir, siete veces más. La superficie del local puede pasar de 2.200 metros cuadrados a 5.400.

Pero el articulado de la nueva norma no se detiene en los usos meramente comerciales. También se cambian las condiciones que rigen para locales de ocio y turísticos. En concreto, cuando en la página 6 se analiza la modificación de zonas residenciales en tipología plurifamiliar en edificación aislada, se afirma: «También se incrementa la ocupación y el volumen máximo por edificio sobre rasante cuando la parcela se destine de forma exclusiva al uso de locales comerciales y/o establecimientos públicos (restaurantes, cafés y cafeterías, bares, cafés cantantes, cafés teatro, tablaos flamencos y similares), sin que ello suponga aumento del aprovechamiento urbanístico».

De comercio a local de ocio

Pero la nueva norma abre aún otra puerta más a la ampliación de los locales de ocio. Aparte de las zonas urbanas calificadas como extensivas, también se permite la ampliación de los usos comerciales -y, en principio, solo comerciales- en las zonas hoteleras A y B, ubicadas en la avenida Doctor Fleming, básicamente. Sin embargo, el articulado recuerda que, gracias a la Ley General Turística, «se flexibiliza el destino de las parcelas calificadas como hoteleras y se permite su destino a la oferta complementaria o básica turística». Los locales en estas zonas hoteleras pueden llegar a tener, con la nueva norma, hasta 5.400 metros cuadrados de superficie, frente a los 350 que permite el actual Plan General.

De este modo, la combinación entre la modificación puntual aprobada por el Ayuntamiento y la Ley General Turística de Carlos Delgado podría favorecer un fenómeno muy temido por empresarios locales y residentes: la proliferación de nuevos espacios de ocio nocturno en lugares inicialmente concebidos únicamente como hoteleros o comerciales.