Por motivos de agenda, probablemente mucho más justificados que los que esgrimió el ministro Wert para no asistir a los Goya, el obispo de Ibiza, Vicente Juan Segura, no pudo encabezar la misa solemne del día grande de las fiestas de Santa Eulària. En su lugar la ofició José Gea Escolano, que fue obispo de Ibiza entre los años 1976 y 1987 y que, después de pasar por la diócesis de Mondoñedo-Ferrol, ahora ejerce su apostolado en Perú como misionero. Un hombre de casi 85 años que está más al día en redes sociales que Alejandro Sanz con su propio perfil de Facebook y como autor del blog unobispoenmision.wordpress.com. Es tan campechano que no duda en alternar en su blog chistes entre reflexiones más profundas. Uno de los más recientes: «Mamá, mamá, ¿por qué las novias el día de su boda van de blanco? -Porque es el día más feliz de su vida. -¡Ah!, ahora entiendo porqué los novios van de negro». Hilarante.

Si el año pasado Vicente Juan Segura tuvo que lidiar con un día gélido y ventoso -nada que ver con el sol de ayer- Gea Escolano tuvo que echarle paciencia a las bajadas de tensión con las que Endesa retrasó casi media hora el inicio de la misa. Subsanado el problema eléctrico, la eucaristía se desarrolló con la intervención del coro parroquial y finalizó con la procesión por el Puig de Missa, en la que participaron nada menos que ocho imágenes. Tal profusión de santos obligó a organizar aquello con más instrucciones que en el desfile de las fuerzas armadas: «¡A ver, Santa Margarita que espere, que pase ahora Sant Joan! ¡Venga ahora el Cor de Jesús!», se gritaba por megafonía para regocijo del público que esperaba fuera del templo.

El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Serra, y el alcalde del municipio, Vicent Marí, se ocuparon del estandarte principal. En la procesión también participaron las alcaldesas Pilar Marí, Pepita Gutiérrez y Neus Marí. De entre los alcaldes solo faltó Antoni Marí, Carraca, parece que también por motivos de agenda. Y, precisamente, mirando al calendario, se cumplía hace solo tres días el aniversario de la muerte de Vicent Guasch, que fue alcalde del municipio entre los años 1979 y 2007. Y otro aniversario: el de la renuncia de Benedicto XVI al pontificado, un tema que ocupó buena parte de la eucaristía el año pasado.

Al finalizar la procesión y, a pesar del tumulto que esperaba al ball pagès, la colla Es Broll enseguida se hizo sitio sin necesidad de dar codazos, con esa sutileza que les caracteriza, a base de suaves golpecillos a los presentes con las faldas, reforzadas con hasta doce refajos, de las mujeres.

La fiesta continuó en la plaza de España frente al Ayuntamiento con la actuación en directo de Jazz & Bluesmàfia. Los asistentes pudieron disfrutar además de un convite preparado por los alumnos de la escuela de hostelería del Ayuntamiento, auténticas delicias. Los vecinos se pusieron las botas y los alumnos de cocina y de camareros hicieron unas prácticas en vivo muy provechosas para su formación. El ball pagès acompañó el ágape y la fiesta grande continuó durante la tarde y la noche.