Tras la concentración en Marratxí, la marea verde se trasladó a la conselleria, donde se congregaron más de 800 personas para hacer ruido y, en palabras del portavoz asambleario Guillem Barceló, «ponerles nerviosos». Los representantes de los docentes intentaron ser recibidos por los altos cargos de Educación pero se les dijo que no podían ser atendidos porque «estaban trabajando». Se conformaron con registrar una petición para retomar la negociación, la cuarta desde que se iniciaron las vacaciones de Navidad según informó Antònia Font. El portavoz de la Assemblea de Docents Guillem Barceló señaló que si la conselleria sigue sin atender las demandas del colectivo «es posible que desde la Assemblea se vayan calentando las cosas de cara a final de curso», un final que podría ser «realmente caótico» aseguró si Educación «no da pasos en sentido contrario». «La conselleria no quiere sentarse a dialogar y es posible que aboque a un curso irrecuperable si sigue por esta vía represiva», agregó Barceló.

Los representantes del profesorado están convencidos de que es responsabilidad del Govern el hecho de que la enseñanza siga convulsionada de esta manera cuando, según apuntó Barceló, «los docentes solo quieren volver a dar clase con normalidad».