­Los vecinos afectados por el proyecto que se está tramitando para la reapertura de la cantera de s´Argentera advierten de que en los alrededores de la explotación hay restos mineros vinculados con la industria que data de época romana y que se explotó hasta los primeros años del siglo XX, protegida desde 2003 como Bien de Interés Cultural (BIC). Los vecinos exploran la posibilidad de pedir al Consell la ampliación del ámbito de protección de las minas hasta la cantera y, con ello, tratar de evitar la reapertura de la actividad extractiva. Son conscientes de que «no hay tiempo» para paralizar el proyecto por esta vía, pero sí consideran que es «un argumento más» que por el momento incorporarán en sus alegaciones, según explica Miquel Juan, uno de los impulsores del movimiento vecinal en contra del proyecto.

Algunos vecinos acompañaron ayer al arqueólogo Marcus H. Hermanns, que ha estudiado y conoce muy bien las minas, por los alrededores de la cantera, donde se hallan restos mineros de la explotación de s´Argentera. En concreto, en la zona sur del monte hallaron al descubierto varias zanjas de prospección abiertas en su día para comprobar la existencia de material minero, aparte de dos pozos, uno de ellos «grande y profundo» conocido en la zona como pou gros, situado en la cota 70, y que se encuentra a solo varias decenas de metros de la cantera y que podría conectar con una infraestructura de galerías subterráneas.

Hasta que se descienda por su interior con la ayuda de un equipo especializado, no se podrá comprobar lo que esconde en el fondo. En todo caso, el arqueólogo sostiene que «no es posible» que se excavara un pozo tan grande si abajo no se comunicara con alguna galería. Bien podría ser una cavidad de ventilación o un punto de entrada y salida, según el arqueólogo.

Sin comprobar sobre los planos el alcance del proyecto de explotación y restauración de la cantera previsto, cuya superficie de actuación se amplía sobre los límites actuales, el arqueólogo desconoce si la reapertura de la actividad extractiva podría afectar a este pozo. Sobre la propuesta de los vecinos de pedir la ampliación del BIC de las minas hasta la cantera, Marcus H. Hermanns explica que el ámbito preservado es «muy reducido» y que juntar bajo una figura de protección todos los restos mineros es «muy difícil», ya que se han hallado vestigios en zonas próximas a s´Argamassa, es Figueral, Can Miquelet y en los alrededores de la cantera. No obstante, el arqueólogo considera que, dada «la importancia histórica y social» de la actividad minera en la isla, junto a la salinera, en «un futuro se tendrá que replantear cómo protegerlo».

En el caso de los restos hallados junto a la cantera (sobre todo el pou gros), Hermanns asegura que en el archivo del Reino de Mallorca hay documentos sobre las concesiones otorgadas a finales del siglo XIX en esta área conocidas como la Esperanza y Santa Bárbara.