El presidente del Govern, José Ramón Bauzá, lo tiene muy claro a la hora de encarar y explicar el enfrentamiento entre el Consell y el Ayuntamiento de Ibiza, ambos gobernados por el PP, sobre el cierre de la estación de autobuses del Cetis: los responsables de la crisis institucional son los anteriores gobiernos de la izquierda. La culpa no es ni del presidente, Vicent Serra, ni la alcaldesa, Pilar Marí (o su antecesora Marienna Sánchez-Jáuregui) o su partido, pese a que ya han pasado dos años y medio de la legislatura. «Es una consecuencia [el enfrentamiento] de la falta o nefasta gestión de la pasada legislatura», dijo Bauzá, que sí reconoció, eso sí, que hay «un conflicto». «Tanto el presidente como la alcaldesa saben que existe, pero no podemos obviar por qué estamos aquí: la nefasta gestión y la falta de responsabilidad de los que licitaron [la concesión del Cetis] que hoy no están pero pagamos todos», reiteró.

En estos términos se manifestó Bauzá, en respuesta a las preguntas de la prensa, tras la clausura de la primera convención insular celebrada en el hipódromo de Sant Rafel en la que los consellers hicieron balance de su gestión ante los afiliados del PP. El presidente, Vicent Serra, destacó que medio millar de militantes participaron en este acto. Esta cifra se corresponde al número de comensales de la paella que se sirvió, pero fueron menos las personas que participaron en las ponencias. Por ejemplo, el senador por las Pitiüses y líder del sector crítico, José Sala, llegó a la convención poco antes de la comida.

Vicent Serra pasa de puntillas

Durante la ponencia de Movilidad, solo un militante preguntó por el conflicto institucional de la estación de autobuses, a lo que el vicepresidente del Consell, Mariano Juan, respondió que no hay ninguna guerra política interna y que la discrepancia se debe a «los informes contradictorios» de cada institución. No hubo reproches ni más intervenciones sobre esta cuestión. Un afiliado se quejó, eso sí, del formato de la ponencia, puesto que los consellers tuvieron 50 minutos para explicar su acción de gobierno y solo hubo 10 para debatir.

Antes de la paella, el presidente del Consell, Vicent Serra, pasó de puntillas sobre el Cetis durante su discurso ante los afiliados. Lo mencionó después de defender el interés del PP en «fomentar el transporte público» y explicar que la nueva ley de financiación de los consells «asegura» los recursos económicos necesarios para ello. También utilizó el guion de Bauzá para culpar a la oposición de los problemas de financiación que a partir de ahora, según él, quedarán solventados. «Ya no hay que ir confiando en que el Govern de turno dé dinero para compensar una competencia que la izquierda traspasó mal dotada. Está arreglado. La financiación del transporte está garantizada, como también quedará arreglado el problema del Cetis», se limitó a decir sobre la terminal.

En su comparecencia ante la prensa, Bauzá dijo que no le preocupa «el coste electoral» del conflicto por la estación de autobuses. «Lo que me preocupa es el problema que están viviendo los ciudadanos como consecuencia de la gestión de los que ahora no están», reiteró. Y no fue la última vez que echó la culpa a la oposición.

Solución jurídica

Al ser preguntado sobre cuál podría ser la solución al conflicto, el jefe del Ejecutivo autónomo dijo: «Por lo que se vislumbra, la solución ha de ser básicamente jurídica en función de lo que dictaminen los tribunales». Paradójicamente, acto seguido señaló que «tanto una institución como otra están haciendo lo máximo para resolverlo en función de sus intereses y sobre todo de las recomendaciones de los servicios técnicos y jurídicos». Sobre la decisión de sacar de nuevo los autobuses a la calle, Bauzá eludió posicionarse y reiteró que «el presidente y la alcaldesa intentan gestionar la solución más adecuada». En este punto, el presidente agregó: «No me cansaré de decir que a quien han de pedir responsabilidades es a los que nos han llevado a esta situación. Y en este caso, el PP no gobernaba ni en Ibiza ni en el Consell. No hay que olvidarlo. Los ciudadanos lo saben y entienden perfectamente quién ha provocado esta situación».

El gobierno progresista de Vila decidió en la legislatura de 2003 (el Govern y el Consell estaban gobernados por el PP) construir una estación en régimen de concesión, según defiende el PSOE, porque la Comunitat Autònoma, entonces presidida por Matas, no quería financiar la terminal de autobuses.