Con el telescopio a cuestas por escarpados caminos, al naturalista David García no le resultó nada fácil hallar a la única pareja de cuervos y a su cría que aún anidan en Ibiza. «Los encontré en mayo. Me costó. El nido, que es muy característico, estaba metido en un rincón de un acantilado de es Amunts, muy escondido, como si aquellos cuervos dijeran ´seguro que aquí nadie nos molestará´», relata el tinerfeño.

Solo quedan esos tres. El Corvus corax, antaño tan frecuente en las Pitiüses, es ahora un rara avis, tanto que el Govern lo incluyó el pasado 7 de septiembre en el ´Catálogo Balear de Especies Amenazadas´ bajo la categoría de «especial protección» después de que los miembros de Iniciativa de Recerca de la Biodiversitat de les Illes (IRBI), una asociación recién creada, comprobaran que en las Pitiüses solo existe esa pareja que García vio con sus propios ojos.

El naturalista canario, uno de los ocho miembros de IRBI, ya lo advirtió en este mismo periódico hace casi siete años (ver Diario de Ibiza del 29 de enero de 2007), cuando según sus cuentas y las del Equip de Natura del Grup d´Estudis de la Naturalesa (GEN) solo quedaban de cuatro a seis parejas en las Pitiüses. Desde entonces la situación ha ido a peor: «No se tiene certeza de que aún continúe criando ese córvido en Formentera», indica el IRBI, mientras que en Ibiza solo se ha divisado un nido, escondido en lo más recóndito de es Amunts, su último refugio.

Desde 2007, García comprobó que cada año se veían menos cuervos volando sobre las Pitiüses: «Cada vez que iba a Ibiza, en mayo y junio, descartaba las zonas clásicas donde antes solía criar. El pasado mes de mayo fui campo a través por es Amunts, hice varias paradas con el telescopio, fui cerrando el cerco hasta que encontré ese nido. Había visto otros antes, pero todos estaban vacíos», afirma. A través de su telescopio vio que en esa pared solo anidaban la pareja y su único pollo, cuando los cuervos suelen tener de tres a cinco crías: «Que solo tengan uno es un reflejo de la situación en que se encuentran. Si tienen falta de alimentación, de recursos, los cuervos van a menos, hasta el punto de dejar de criar», explica el naturalista.

«Durante el primer año, hay una mortandad muy grande de los pollos de cuervos -avisa David García-. Si solo hay una pareja y solo cría un pollo, la probabilidad de que llegue a ser adulto y se integre en la población reproductora de Ibiza es bastante baja».

García distingue entre esa pareja y su retoño y la población flotante, ejemplares que «dan vueltas por las Pitiüses, pero sin criar». Estos también son menos que los que se oía graznar hace un par de décadas. «Ahora -comenta-, como mucho se ven grupos de ocho o diez volando por estas islas. Pero no se emparejan ni crían. Suelen ser jóvenes volanderos, que no se aparean, o viejos. Hace 20 años eran normal ver grupos de 50 cuervos».

El naturalista cree que su ausencia «no se debe a falta de territorio, sino a la de alimentación». El vertedero de Ca na Putxa ya se ha convertido en su despensa habitual: «Son omnívoros, se alimentan de frutas, pero también necesitan proteínas, precisan carroña de vez en cuando. Eso es lo que diezma cada vez más su población». Hace seis años ya propuso la creación de muladares (lugares donde los ganaderos depositan sus animales muertos) para facilitar el alimento a los cuervos.

Los cuervos requieren soluciones «urgentes», a su juicio. «Están a punto de la extinción en la isla. Dentro de poco -detalla García- no sabremos si son cuervos propios de aquí o si proceden de la Península, pasan aquí un par de días y luego se largan. Con ellos ocurre como con los buitres: una cosa es que los veas y otra que vivan y críen aquí».

Peligos: Venenos y postes eléctricos

El IRBI alerta de que los raticidas y los postes eléctricos son algunos de los enemigos mortales de los cuervos, un ave que favorece la dispersión y germinación de plantas como la sabina y que además tiene una importante función como carroñero. También advierten de que deportes como la escalada ponen en peligro su éxito reproductor.

IRBI: Un par de meses de vida

Iniciativa de Recerca de la Biodiversitat de les Illes fue constituida «hace un par de meses», según David García, por ocho amantes de la naturaleza que viven en Balears. «Durante años, cada uno por su cuenta o en colaboración, hemos hecho estudios de aves y murciélagos», explica García. Creen que, asociados, les «será más fácil obtener ayudas y permisos» para sus proyectos.