Cruz Roja de Ibiza anunció ayer que ha retomado el servicio de transporte para las actividades de niños discapacitados que había dejado de prestar al principio de este curso escolar, lo que había dejado a 35 menores de siete centros escolares sin poder asistir a natación, equitación o el aula multisensorial, entre otras. Según una nota remitida ayer por el presidente de Cruz Roja, Enrique Climent, la entidad asumirá de nuevo los gastos del transporte, que queda garantizado desde este lunes, 25 de noviembre, hasta el 1 de enero. El dinero para el transporte se ha conseguido a través del rastrillo solidario que se llevó a cabo durante dos semanas en el hotel Sirenis Seaview de Port des Torrent y en el que colaboraron 20 voluntarios de la entidad. A pesar de que en principio no iba a ser destinado a este servicio, al final se ha decidido usar parte de los fondos para el mismo.

Climent recordó en la nota la deuda que mantiene con Cruz Roja el Consorcio Sociosanitario, que les obligó a pedir préstamos y les dejó sin fondos para seguir con el transporte, entre otras actividades, y asegura que con este reajuste presupuestario se da tiempo a las instituciones para que puedan hacerse cargo.

Denuncia de los padres

Los padres de los niños afectados habían denunciado la supresión de este servicio en un reportaje publicado por este periódico el pasado 16 de noviembre. En él aseguraban que las prestaciones que reclaman exceden las competencias educativas y se aproximan más a las sociales, por lo que son las instituciones, el Consell o los ayuntamientos, las que deberían prestar estos recursos.

«Cruz Roja siempre ha intentado ayudar a las personas que lo necesitan, pero también tiene sus gastos. Nosotros nos basamos en subvenciones, en el esfuerzo de los socios y los voluntarios, pero también tenemos trabajadores a los que hay que pagar una nómina. Con el esfuerzo de todos, autoridades, trabajadores, socios y voluntarios intentaremos que el transporte adaptado vuelva a la normalidad», afirmó Climent.