­El nuevo presidente de la Autoridad Portuaria de Balears (APB), Alberto Pons, ha anunciado su voluntad de «sacar rendimiento» a los faros del archipiélago, que dependen de este organismo. Su nueva política afectará a los 34 existentes en Balears y a los 12 de Ibiza y Formentera. Asegura que pretende mantener «su espíritu cultural e histórico» así como sus funciones de ayuda a la navegación, pero explorando nuevas posibilidades en una tarea que Pons se plantea como «un reto».

En Formentera existen tres faros (el de la Mola, el de es Cap de Barbaria y el de s´Illa des Porcs) y en Ibiza, 9: es Botafoc, sa Conillera, el dels Penjats, el del Moscarter, Punta Grossa, es Vedrà, Coves Blanques, na Bleda Plana y Tagomago. De ellos, dos (el de ses Coves Blanques y el de sa Punta Grossa) están fuera de uso.

El presidente de la APB plantea una explotación de carácter turístico o de ocio y destaca que el Consell de Formentera ha propuesto que se utilice el faro de la Mola como museo. «Me parece fenomenal. Lo que no entiendo es que haya un faro vacío porque sí, sin razones técnicas. Lo normal es que estos inmuebles que están situados en sitios impresionantes tengan un uso», argumenta el mallorquín. La explotación de estos inmuebles no sería solo institucional, sino que también podrán optar a la misma empresas privadas. «Esto ya existe, no estamos inventando nada. En Europa hay redes hoteleras en los faros. Es algo que hay que activar y potenciar», reflexiona, a la espera de propuestas.

Pons ha explicado que en Palma se ha encontrado con un mayor número de inmuebles pertenecientes a la Autoridad Portuaria que están «desaprovechados». Aunque en Ibiza la situación no es la misma, también intentará explotar mejor las propiedades del organismo en la isla.

«Es pura gestión. En un momento dado, me encuentro con unos recursos y creo que es mi deber sacarles el máximo rendimiento», señaló.

Pons relevó hace apenas un mes a José Maria Urrutia al frente de la Autoridad Portuaria de Balears. La consellera Núria Riera aseguró que el objetivo era impulsar la gestión marítimo turística. Desde su llegada al organismo, el que fuera director del Club Náutico de Palma y del puerto deportivo Punta Portals ha efectuado diversos cambios en la plantilla y ha nombrado director a Juan Carlos Plaza relegando de sus responsabilidades a otras personas. Sobre las razones de estos cambios y la situación en que ha encontrado la APB, señala: «Vengo de la empresa privada, conozco el sector y tengo una forma de trabajar. Me he traído a un director que me merece toda la confianza porque su forma de ser es parecida a la mía. Somos dos ejecutivos que venimos a gestionar y disfrutamos con este trabajo».

Sobre la posible existencia de casos de corrupción en el seno del organismo portuario, admite haber oído «estas historias». «En temas de procesos judiciales no me voy a meter. He llegado, me he puesto a trabajar y no me voy a dedicar a mirar el pasado. Tengo demasiados frentes abiertos como para mirar atrás», zanja respecto a su misión de limpieza de la entidad.