«Es lamentable. El Govern balear se niega a reconocer la situación de estos dos centros», criticó ayer por la noche la diputada del PSOE-Pacte per Eivissa, Esperança Marí, al salir de la reunión de la comisión de Educación. Este organismo votó en contra de la proposición no de ley de la diputada ibicenca, que pedía que el Govern «vele por que el alumnado recién llegado esté repartido de una manera tan aleatoria como sea posible entre los diferentes centros» y que, mientras eso no suceda, la conselleria de Educación dotara de, al menos, de un maestro de apoyo más a los colegios Vara de Rey y Cas Serres.

«Han dicho que el elevado número de alumnos inmigrantes es general en toda Ibiza, no entienden que estos dos centros tienen una situación especial, con muchos alumnos que solo conocen una lengua, el árabe, que no es románica y no se parece en nada a la nuestra», señaló. Marí confesó estar «decepcionada» porque, explicó, había hablado previamente con la consellera balear de Educación, Joana Maria Camps, sobre este tema y «parecía que estaba de acuerdo».

La diputada insistió en que dejar a estos centros sin el personal adecuado para atender a estos alumnos es «condenarlos». Marí aseguró que los escolares «arrastran» carencias durante toda su etapa escolar y que muchos acaban, al llegar al instituto, en los Programas de Cualificación Profesional Inicial, en los que se enseña un oficio a los menores de 16 años que no quieren acabar la enseñanza obligatoria porque no seguirán estudiando.

Esperança Marí explicó que en los últimos años se ha intentado enviar a parte del alumnado de origen árabe del colegio Vara de Rey al colegio Cervantes, pero que no se puede escolarizar en los otros centros de la localidad porque se encuentran en las afueras, no hay transporte público y «la economía de estas familias no les permite tener su propio vehículo».

Además, hizo hincapié en que la conselleria no tiene en cuenta que hay muchos alumnos que, aunque hayan nacido en Ibiza, «cuando llegan al colegio solo hablan árabe» porque es el único idioma que han escuchado en su familia y su entorno.