Unas 2.000 personas volvieron a manifestarse ayer, durante el pleno del Parlament, a las puertas de la Cámara para mostrar su rechazo a la política educativa del Govern. Ataviadas con la camiseta verde, reiteraron los gritos de «dimisión» al presidente Bauzá y la consellera Camps. Tras el fracaso de la reunión del lunes con el Govern, sindicatos y Asamblea de Docentes pidieron que se mantenga la unidad de los profesores para mantener la presión.