­El presidente del Consell de Ibiza, Vicent Serra, no cambia ni una coma su discurso sobre el conflicto con el sector educativo, aunque reconoce, eso sí, que «hay que tomar nota de la manifestación»: «Creo que demuestra que hay una alta sensibilidad en la calle por la problemática educativa, pero también hay que decir que ahora mismo hay una mesa de negociación y que hay posturas que no están fijas». Dicho esto, Serra pasa la presión a los docentes para que den un paso atrás en sus pretensiones con tal de cerrar un acuerdo que dé por finalizada la vuelta de la normalidad a las aulas. «Pediría que, de la misma manera que el Govern ha roto sus planteamientos iniciales, haya cierta predisposición del otro lado para conseguir entre todos desbloquear la situación porque los que están sufriendo las consecuencias son los alumnos y todos queremos que esto se acabe. Hay que alentar que la negociación acabe pronto y bien y por fin todos los alumnos puedan regresar a clase, que es lo que todos queremos».

Por su parte, la consellera balear de Administraciones Públicas y portavoz del Govern, Núria Riera, expresó ayer en Ibiza su «respeto» por todos aquellos que participaron en las manifestaciones de todas las islas, pero también por los que «no asistieron». «Mi agradecimiento y tranquilidad porque todo transcurrió sin incidencias, que es lo importante», destacó, para añadir acto seguido «la voluntad de negociar y consensuar» con los representantes del sector educativo la aplicación del TIL, en ningún caso su retirada. «El trilingüismo es un compromiso del Govern con los ciudadanos y como tal se aplica», señaló. «Queremos llegar al máximo consenso en el calendario y cuestiones que puedan afectar a la aplicación del TIL», recalcó.

Al ser preguntada sobre si el Govern toma nota de la cantidad de gente que el domingo salió a la calle en contra de su política educativa, Riera se limitó a decir: «Evidentemente todas las voces se tienen que escuchar». En este sentido, destacó que el Govern negocia un acuerdo con los sindicatos e invitó a todos los padres y mares que tengan dudas sobre la aplicación del TIL que contacten con la conselleria de Educación o los centros de sus hijos para resolverlas. Así, reiteró, al igual que Vicent Serra, que el Ejecutivo autónomo mantiene «una voluntad conciliadora» y subrayó que «el Govern ya ha dado un paso atrás al aceptar que la aplicación del TIL en la ESO sea voluntaria este curso». «Pedimos a los sindicatos que den un paso adelante para aproximar posturas y no perjudicar a los niños, que son los directamente afectados», concluyó.

El TIL no tiene marcha atrás

Por otra parte, el consejero de Presidencia, Antoni Gómez, subrayó que las 100.000 personas que se manifestaron en Palma en contra del Decreto Ley del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) «no representan el sentir popular sino una opción muy personal», dado que, según señaló, solo salió a la calle el 7% de la población, mientras que en las pasadas elecciones autonómicas, el PP recibió más del 18% del censo electoral. En una entrevista concedida a IB3 Radio, Gómez calificó de «política» la manifestación y recalcó que el Gobierno balear «no va a dar un paso atrás» y va a aplicar el trilingüismo en la enseñanza, ya que, a su juicio, va a ayudar a «mejorar la educación de nuestros hijos».

En este sentido, manifestó que el Ejecutivo ya ha mostrado su voluntad de llegar a un acuerdo con los sindicatos: «Hemos cedido en cuanto a levantar la medida cautelar a los tres directores de instituto de Mahón y de dar voluntad a los centros para que apliquen el TIL en primero de la Educación Secundaria Obligatoria»

Gómez remarcó que el Govern tampoco «va a dar un paso atrás» en cuanto a la Ley de Símbolos, otro punto en el que está enquistada la negociación, debido a que, a su juicio, es «totalmente antidemocrático» que en las escuelas públicas o en cualquier edificio público el ciudadano no reciba el servicio con «total independencia e imparcialidad».

La portavoz del PP en el Parlament, Mabel Cabrer, señaló que el partido «toma nota» de la manifestación, pero matizó que no cree que se pida la retirada del TIL, sino que muchos buscan que se siga «con la inmersión catalana». No obstante, precisó que la prueba de que el Govern escucha es la negociación de Camps con los sindicatos y la Asamblea de Docentes.

Por contra, el grupo parlamentario socialista aseguró que «el PP ha convertido la marea verde en un tsunami que ya no tiene marcha atrás» y que la manifestación del domingo es «un punto de inflexión claro en la lucha de la comunidad educativa en contra de la política del Govern».

El portavoz adjunto del PSIB en el Parlamento, Vicenç Thomàs, dijo en rueda de prensa que «la calle reprobó masivamente la política educativa y las imposiciones del Govern balear». Debido a esto, Thomàs volvió a pedir la retirada del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL) y la dimisión de la consellera del ramo, Joana Maria Camps, y todo su equipo.