Poco antes de la medianoche se conocía el resultado de más de siete horas de negociación: fracaso, otra vez. Las posturas entre los huelguistas y el Govern se mantienen muy alejadas de un posible acuerdo sobre el eje del conflicto: la aplicación del Tratamiento Integrado de Lenguas (TIL).

«El conflicto no se parará», indicaron al salir de la reunión los sindicatos, que acusaron a la consellera Camps de llamarles para «calentar la silla». Ambas partes jugaron ayer a ver quién aguanta más: el Govern para atajar las voces que, incluso dentro de su propio partido, le piden diálogo; y la Assemblea de Docents y los sindicatos para que no puedan acusarles de no querer negociar. Tras diez días sin clase, crecen en ambos lados las voces que instan al fin del conflicto para que el curso pueda empezar. Pero la semana que viene arrancará con huelga y mañana tendrá lugar una manifestación masiva que a unos les conviene que siga adelante para presumir de apoyo social mientras que a otros les gustaría haber podido desactivar.

La reunión comenzó a las cuatro de la tarde y el tema del TIL no comenzó a tratarse hasta pasadas las ocho. En esta cuestión el Govern sigue sin ofrecer nada nuevo desde el miércoles, cuando concedió que su aplicación fuese voluntaria en 1º de ESO, y obligatoria en segundo ciclo de Infantil y en 1º, 3º y 5º de Primaria. Los convocantes exigían que fuera totalmente opcional. El secretario autonómico de Educación, Guillem Estarellas, señaló que han mostrado su disposición de consenso en seis de los ocho puntos (aspectos puntuales referentes a mejoras laborales, de funcionamiento de centro y de becas) y anunció que el próximo lunes se vuelven a reunir con sindicatos y Assemblea, a los que ha instado a presentar una contrapropuesta.

Decisión de las asambleas

En un principio, los representantes del profesorado han acordado llevar a sus asambleas la idea de que el TIL se aplique únicamente en segundo ciclo de Infantil y en 1º de Primaria. Las asambleas votarán y harán sus aportaciones, cuyo resultado será el que finalmente se llevará a la conselleria el lunes.

Estarellas quiso atribuir el retraso en la negociación al sistema asambleario y a la falta de acuerdo entre los convocantes. Desde los sindicatos creen que la causa de que el proceso se dilate tanto es la política de desgaste que emplea Educación. Según Biel Caldentey, secretario general del STEI-i, con la postura que demostró ayer Camps «dinamita la posibilidad de una salida negociada» de la protesta. Para Toni Baos, de CC OO, el encuentro se resume en concesiones «paupérrimas» en lo que se refiere a condiciones laborales y a un «no rotundo» por lo que respecta a la aplicación del TIL

El otro punto caliente es la Ley de Símbolos, cuya retirada Educación asegura que no es competencia suya. Ayer se dijo que trasladarán la petición a Presidencia. Respecto a la retirada de los expedientes a los directores de Menorca, otra de las peticiones a las que los convocantes de la huelga dan más importancia, también argumentan que tienen las manos atadas al depender del instructor. En cuanto al proyecto de Convivencia, Camps accedió a negociar el régimen sancionador.

Ayer, décimo día de paro, según el Govern la participación bajó hasta el 5,2 por ciento (17 puntos porcentuales menos que el primer día), aunque los datos del STEI-i sitúan la cifra en 26,63 por ciento. El sindicato, mayoritario en la enseñanza pública, ha calculado que los docentes han perdido ya más de 800.000 euros durante estas diez jornadas en que han mantenido el paro laboral.