El 84,42% de los docentes de la enseñanza pública de las Pitiusas no asignados a los servicios mínimos se sumaron ayer a la huelga indefinida, según los datos facilitados a este diario por los directores de todos los centros educativos. Ayer faltaron a sus puestos de trabajo un total de 862 maestros y profesores y podían hacer huelga, es decir, que no estaban obligados a ir a clase porque no formaban parte de los servicios mínimos, 1.021 docentes.

El seguimiento en Ibiza fue de un 83,2 por ciento mientras que en Formentera el 97,1 por ciento de los docentes que podían, se sumaron al paro. En el caso de Ibiza, la huelga tuvo más repercusión en Infantil y Primaria (un 87,6%) que en Secundaria (77,6%). En los colegios, según explicaron los propios directores, había al menos 58 docentes que estaban cumpliendo los servicios mínimos y que habían expresado su intención de secundar la huelga.

En la enseñanza concertada el seguimiento fue mucho menor, únicamente se sumaron al paro 12 docentes de los 187 que trabajan en estos centros en las Pitiusas.

Estos datos se alejan muchísimo de los que dio por buenos ayer la conselleria de Educación, que cifró el seguimiento de la huelga en Ibiza en un 27,4% en la enseñanza pública, del 45,5% en Formentera y del 0% en la concertada, según detalló el director general de Planificación, Infraestructuras Educativas y Recursos Humanos, Bartolomé Isern. Estos datos no se sostienen ni siquiera si la conselleria hubiera calculado el seguimiento contando a los servicios mínimos (de un 30% en Infantil y Primaria y un 20% en Secundaria) como docentes que estuvieran trabajando. Isern cifró en un 27,1% el seguimiento en Balears en la enseñanza pública y en un 8,6% en la concertada: en Mallorca estos datos fueron del 24,6% y el 9,2% y en Menorca del 42,5% y el 6%.

Los convocantes de la huelga, la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras (CCOO) y Sindicat de Treballadors de l´Ensenyament de les Illes (STEI) señalaron que en Ibiza se sumó a la huelga el 89,4% de los docentes y en Formentera, el 95,7%, dato este por encima de la media balear (90,9%). Los sindicatos cifraron el seguimiento en Mallorca en un 91,1% y en Menorca en un 91,6%.

El paro también fue seguido masivamente por las familias. La mayoría de los centros acogió ayer a muy pocos alumnos. En Es Pratet había únicamente 29 de los 250 que están matriculados, en Sant Rafel 17 de 191 y en Sant Carles 30 de 260. En casi todos los colegios los profesores que estaban de servicios mínimos reunieron a los escolares en un par de aulas, donde jugaron, leyeron y dibujaron. Salvo algunas excepciones, entre el 60 y el 80 por ciento de los padres optó por no llevar a sus hijos a clase el primer día del paro. En los centros concertados los directores explicaron que habían asistido «prácticamente todos» los alumnos.

En el caso de los institutos, la afluencia de alumnos también fue escasa. El director del Algarb, Rafael Recio, explicó que a primera hora de la mañana el conserje había contabilizado 200 alumnos en el centro (que tiene matriculados 410), pero que así como iba avanzando la mañana muchos llamaron a sus padres para que fueran a recogerlos. Tanto en este instituto como en Sa Serra, los alumnos que acudieron a clase pasaron siete horas jugando en el patio.

Los responsables de los centros creen que la asistencia a clase bajará aún más los próximos días, especialmente en Secundaria.

Los actos de protesta se sucedieron desde primera hora de la mañana en los centros educativos. Antes de las nueve los profesores de Can Cantó y Can Misses ya habían colgado pancartas alusivas a la huelga y a las puertas del instituto Xarc docentes y familias protagonizaron una cacerolada. Los maestros obligados a trabajar en el colegio Vara de Rey llevaban una pegatina en la que se leía ´sóc serveis mínims en contra de la meua voluntat´. Muchos de los profesores y algunos alumnos acudieron a los centros con la camiseta verde de la lucha contra los recortes.