El director de Ib-Red (Red Digital de Telecomunicaciones de las Islas Baleares S. L.) confía en que pronto se conocerá a los responsables de esta acción delictiva gracias a los trabajos de localización que se están realizando mediante ´scanner´ directivo de los lugares desde los que se están produciendo los sabotajes.

Alberto Navarro-Rubio resalta la «inconsciencia de los autores dado que, por un lado, es fácil localizar los puntos y, por otra parte, el hecho de sabotear una red de estas características supone un delito penal castigado con penas desde seis meses a tres años de cárcel». Destaca que el Código Penal actual incluye penas para los daños provocados en los sistemas informáticos, que, a diferencia de antes, ya no tienen que ser físicos y basta con interrumpir u obstaculizar el normal funcionamiento de forma grave y no autorizada para incurrir en un delito que puede castigarse con hasta dos años de cárcel.

El denunciante señala que anteriormente existía la idea de que sabotear una red no era un delito grave pero hechos similares a los denunciados han sido incluidos en el artículo 264 del Código Penal a partir del 23 de diciembre de 2010. Ib-Red es una empresa balear, con sede en Pollença, que cuenta también con oficina en Vila. En Ibiza, según indicó su director, cuenta con más de un millar de clientes a los que, hasta la fecha, ofrecía como servicio la tecnología WiMAX, aunque tenía prevista una rápida implantación de la red 4G pensada para uso doméstico y que permitiría a sus usuarios aunar paquetes de telefonía móvil, fija e Internet «con velocidades de fibra óptica».