David Aguado, de 39 años, es uno de los cofundadores de la empresa familiar Ibiza y Formentera Agua de Mar, junto a su cuñado Alfonso. Este pequeño negocio nació en septiembre del año pasado y hace pocos meses empezó a comercializar su producto, agua de mar filtrada y esterilizada para consumo directo o para su utilización en la cocina.

El empresario llega equipado con todos sus productos para mostrar las distintas variedades y usos del mismo. Considera importante recuperar esa «tradición marinera de Ibiza de cocinar con agua de mar, sobre todo los mariscos», que se perdió en parte por las condiciones que «impuso sanidad, los pactos medioambientales y leyes que dejaron la tradición apartada». Asegura que con los productos que ellos crean, «se puede volver a recuperar».

Aguado, que se dedica al submarinismo profesional y la pesca, siempre ha trabajado cerca del mar: «Ibiza tiene unas aguas magníficas y hay que cuidarlas y aprovecharlas. Yo por propio instinto empecé a beber agua de mar y poco a poco noté como mis problemas de alergias, de los que tanto había sufrido, iban disminuyendo», cuenta el empresario. «Quizás lo más innovador de nuestro producto es que está orientado a cuestiones de salud y bienestar físico», asegura.

Según explica, el agua se recoge con un barco dentro de la primera milla náutica, después de un estudio previo de corrientes y análisis de salinidad. «Nosotros nunca recogemos agua de la costa o la superficie, porque es donde se depositan la crema de los bañistas, los plásticos y todo tipo de residuos», justifica Aguado.

Sus clientes potenciales ahora mismo son tiendas de dietética y nutrición destinadas a «personas a las que les preocupa mucho cuidar su salud». Además, han firmado ya varios acuerdos y contratos con restaurantes de la isla para utilizar el agua de mar para cocinar sus platos. Uno de estos restaurantes ha optado incluso por utilizar el agua de mar para la elaboración de sus cócteles.

Aguado insiste en que siguen todos los controles de calidad y que son «la primera empresa española en obtener el registro sanitario como ´Agua Envasada Preparada´». «El agua de mar no es un sustitutivo del agua dulce que habitualmente tomamos, sino un complemento que ayuda a nuestra salud y nos aporta minerales, de los que muchas veces carecemos», matiza.

Los dueños de Ibiza y Formentera Agua de Mar son pioneros en este sector, solo existe otra empresa más dedicada a la venta de agua de mar, situada en Barcelona, aunque Aguado advierte: «Solo la nuestra cumple con todos los controles y además el agua de las Pitiüses es inmejorable, tenemos un enclave increíble. Nos distingue nuestra situación geográfica».

El empresario deja claro que aunque toda empresa quiere obtener un beneficio, también pretenden concienciar de «la gran calidad de las aguas de las islas. Tenemos que valorarla y cuidarla más».