John Tracy es un inquieto fotógrafo nacido en Massachusetts que capitanea el colectivo SK8 Art Street de Los Ángeles. Hoy participa en la apertura de la quinta edición de Urban in Ibiza, en la que también se podrá ver obra de su amigo Shepard Fairey, autor del famosísimo cartel ´Hope´ de la primera campaña electoral de Barack Obama. David Walker, Mau Mau, Fin Dac, Inkie, Snik, Schoony, Ben Allen, Jim Vision o Ben Slow, son algunos de los nombres que componen el cartel de esta edición que tendrá un show adicional el 23 de agosto en el Ocean Beach y todo ello bajo la dirección de Paul Dizzy Saunders.

„¿Es la primera vez que visita Ibiza?

„Sí y estoy encantado y feliz por ello. Mi familia visita la isla desde hace muchos años, es como un lugar de retiro. Estoy realmente entusiasmado de visitarles y participar en Urban in Ibiza en Atzaró. Acabo de llegar hace dos días y ya no puedo esperar más por el show. Me quedaré hasta el 23 de agosto, cuando estaremos en el Ocean Beach, y volveré a Estados Unidos.

„El arte urbano nace de gente de la calle, underground, fuera de la ley, de algún modo, pero hoy en día este arte se puede ver en lugares vip. ¿Es una contradicción o es una evolución?

„Creo que es una evolución, el mundo cambia y también la cultura. Yo me crié en la calle y comencé a pintar grafitis en lugares aislados y sucios de la ciudad. Eso ha cambiado, mis últimos proyectos han sido en hoteles. Ahora acabo de terminar varias obras para el Hotel Lexington en Nueva York. Tengo tres piezas en cada habitación de este hotel tan famoso porque fue donde vivieron Joe DiMaggio y Marilyn Monroe. Ahora trabajo en Atzaró y en el Ocean Beach. Es un cambio increíble y estoy feliz y agradecido de formar parte de él.

„¿Comenzó en el grafiti?

„Sí, era un adolescente rebelde y empecé a interesarme en el grafiti. Entonces no era cool, como tampoco lo era el skate. Ahora eso es arte. La gente va en busca del trabajo de Bansky por los muros de las ciudades como quien busca un tesoro, vienen de todas partes a ver sus trabajos. Eso mismo ocurre ahora en Estados Unidos con Shepard Fairey. Tengo muchas ganas de ver todas las piezas de la exposición en Atzaró. Va a ser increíble porque soy fan de Bansky y todos los demás, también de los artistas europeos involucrados. Yo definitivamente quiero ver Bansky y todo el trabajo que tiene aquí. Me encanta el cambio de este arte, desde algo marginado a algo aceptado por el mundo, que llega a estas galerías y estupendos hoteles.

„¿Cree que hoy en día el arte urbano, el arte de la calle, es más necesario que nunca?

„Creo que el arte urbano está cambiando, está experimentando un gran cambio con gente como Banksy. Creo que el arte urbano ya no se ve como un insulto a la ciudad sino como algo que da color, forma y a veces también un mensaje. Otras veces es solo diversión y alegría. En Bristol, donde acabo de estar, la gente busca los trabajos de Bansky por las calles como quien busca un tesoro. Creo que más que nunca los artistas se están convirtiendo en una parte de la ciudad. No solo para amantes del arte sino para cualquier persona de la comunidad.

„Usted encabeza el proyecto artístico SK8 Art St. de Los Ángeles. ¿Qué es?

„Es una combinación de skateboarding art, grafiti y arte urbano. Lo creé sobre todo como una aproximación entre las diferentes culturas, porque creo que todas trabajan juntas. Creo que hoy en día más que nunca todos estos mundos confluyen, todo cambia y todo está relacionado. Es más que un art show, es una experiencia educacional para todo el mundo, para aprender todas las particularidades de todas estas diferentes culturas. Es una gran oportunidad para conocer el origen y la evolución de estas culturas. El mundo está evolucionando y algunas cosas que tal vez estaban prohibidas antes, ahora están siendo aceptadas.

„La exposición se titula ´Sons of Warhol´. ¿Usted se siente como un ´hijo´ de este icono del pop?

„No sé si me siento como un ´hijo´ de Warhol. He trabajado con material original de Warhol, que es un gran honor también para mí. También he colaborado con Paige Powell, quien era la mano derecha de Warhol. Es una persona realmente especial. No soy un ´hijo´ de Warhol pero estoy muy influenciado por Warhol y toda la gente con la que trabajó. Especialmente por Powell, una de sus amigas más íntimas y su mano derecha. Ella es realmente quien me escogió para el encargo en el Hotel Lexington, donde he tenido el placer de trabajar con el diseñador David Ashen de Dash Design. Es un diseñador brillante que ha diseñado un montón de hoteles en Nueva York y en todo el mundo. Powel es un icono en el mundo del arte pop. Es un honor trabajar con ella. Todas estas personas, tanto Warhol como sus colaboradores, cambiaron el mundo del arte, cambiaron el arte pop y, definitivamente, tuvieron un gran impacto en todo el mundo. Todo lo que hicieron, desde los anuncios al pop art, pasando por los cuadros e incluso las películas que rodaron, son iconos de un tiempo. Posiblemente no soy un ´hijo´ de Warhol pero sí un ´hijo adoptado´ de Warhol.

„¿Qué obras presenta en esta edición de Urban in Ibiza?

„Ahora trabajo con fotografías y vídeos de grafiti con luz y técnica de stop motion. [Muestra varios trabajos en su portátil]. Es inédito, nadie hasta el momento había visto estas obras y todas ellas están numeradas y en series muy limitadas. Después de mostrar este trabajo aquí volveré a Estados Unidos para la apertura del Hotel Lexintong y creo que después me tomaré algún tiempo para trabajar en mis películas y puede que en algún proyecto musical. Muchas cosas. Trabajo en una nueva clase de grafiti. De niño comencé a pintar trenes... esto es un poco menos ilegal. Siempre me gustaron los trenes, desde muy pequeño, y cuando comencé a pintar grafitis me gustaba la idea de que el arte no quedase fijo en un lugar y pudiera viajar a diferentes ciudades. Si pintas en un muro la gente que pasa por allí lo verá pero nada más, pero si pintas algo que se mueve, como un tren, lo podrá ver todo el mundo a donde vaya ese tren.

„¿Cuál era su pseudónimo?

„Prefiero no revelarlo porque podría tener problemas. Mucha gente puede pensar que eso era vandalismo pero para mí fue algo bueno, un acto de rebelión en mis años de adolescencia. Fue bueno hacer algo que era malo. Era muy peligroso hacerlo, vivías en un subidón de adrenalina constante, pero en ese momento yo necesitaba algo así. Yo no sabía quién era, mis amigos eran todos mayores que yo. Incluso el skate en aquellos tiempos era algo para parias, no era cool ni estaba aceptado. Haciendo algo que estaba ´mal´ me sentía bien.