¿Trae consigo la crisis económica más violaciones de los derechos humanos?

Sí, sobre todo en lo referido al derecho a la sanidad, a la educación, a una vivienda digna. Desde que empezó la crisis, noventa millones de personas son más pobres. Y cincuenta más están en riesgo de caer en la pobreza. La crisis económica ha incorporado más elementos de violación de derechos humanos de los que ya había antes. Lo que empezó siendo una crisis bancaria y financiera con la quiebra del Lehman Brothers se ha convertido en una crisis de derechos humanos. ¿Y cuál es el origen? Que en el año 2000 se desregula el mercado de los alimentos. Y a partir de ese año todos los fondos de inversión y de pensiones pueden empezar a especular con los alimentos básicos. Eso provoca en el año 2007 y 2008 una subida de los precios de estos que causan hambrunas, carencias alimentarias o protestas callejeras en 47 países en esos años. A partir de ahí, la crisis económica se convierte en una crisis de los derechos humanos.

¿Tiene datos de la repercusión de la crisis en España?

Por ejemplo, se toma la decisión de que el derecho a la salud no lo sea para todos. Se deja a 873.000 inmigrantes irregulares sin ese derecho. Este es un efecto devastador. No hay otra violación de los derechos humanos que afecte a 873.000 personas en nuestro país.

Y Balears, como ya han denunciado, ha sido más papista que el Papa a la hora de limitar el acceso sanitario a los ´sin papeles'.

Sí. Es una de las zonas cero en lo que a limitación del derecho a la salud se refiere. Balears, junto a Madrid, ha hecho los deberes más allá de lo que exigía el decreto ley. Es decir, ha violado más los derechos humanos. Esto es intolerable. Balears no puede tener a 20.000 personas sin tarjeta sanitaria. No vale la excusa del turismo sanitario porque no estamos hablando de este fenómeno. Espero que esto tenga repercusión en los diarios alemanes y británicos y que las autoridades de las isla se den cuenta de que el turismo, en buena parte, pasa por ir a lugares donde se respetan los derechos humanos. Además, la desatención sanitaria puede provocar epidemias de enfermedades infecciosas que perjudiquen la llegada de turistas.

Aparte de limitar el derecho a la salud, ¿qué otros retrocesos ha traído la crisis?

El segundo es la vivienda. Desde el año 2007 hasta ahora ha habido 400.000 ejecuciones hipotecarias, según datos del Poder Judicial. Aquí todavía hay que ver cuáles son primeras viviendas, locales comerciales o segundas residencias. Vamos, hacer el trabajo fino. Pero sin lugar a dudas ha aumentado en miles de personas las que se han quedado en la calle. El tercer elemento de crisis en España es que el año pasado, por ejemplo, hubo 35.000 manifestaciones, casi noventa al día. Y eso ha provocado un aumento del uso de la fuerza por parte de la Policía. Ha habido manifestaciones donde la Policía ha actuado violando los derechos humanos de los manifestantes que protestaban pacíficamente.

¿Y por qué han quedado impunes estas violaciones?

Porque la Policía no iba debidamente identificada. En casos que tiene documentados Amnistía como el de Angela Jaramillo, una manifestante de 60 años que fue golpeada cuando estaba con los brazos en alto, el juez le dijo sí, usted ha sido golpeada por la Policía, pero no podemos identificar al autor de los hechos.

¿No se está vulnerando la libertad de expresión del pueblo catalán o vasco al impedir que hagan un referéndum de autodeterminación?

No, porque la libertad de expresión es siempre individual. El derecho a la autodeterminación se entiende, desde el punto de vista del derecho internacional, como producto del colonialismo. El Tribunal de Quebec marca que debe haber un acuerdo entre el Estado y la región para realizar la consulta.

¿Qué ha hecho Edward Snowden para ser sometido a esta persecución?

Snowden no ha cometido ningún delito. Se ha limitado a destapar un programa por el cual el derecho a la intimidad y privacidad estaba siendo violado por el Gobierno de los Estados Unidos. Y tiene derecho a pedir asilo y que su caso sea estudiado. Además, según todas las declaraciones públicas del Gobierno norteamericano, el juicio ya está hecho. No va a tener un proceso justo. Asimismo, dependiendo de la acusación federal que se le haga a Snowden, puede ser condenado a la pena de muerte.

¿Qué le parece la excusa del Gobierno español, que le denegó el asilo alegando que la petición no había sido tramitada en territorio nacional?

Lo hace acogiéndose a la reforma de la ley de asilo del año 2009, en la que se impidió que se pudiera solicitar en cualquier embajada. Esto es un desastre para los derechos humanos.

¿Fue una reforma del Gobierno Zapatero?

Sí y ya lo denunciamos entonces. Imagínate que durante el golpe de Estado en Chile nadie pudiera haberse refugiado en nuestra embajada. Pero no es cierto que el Gobierno no pueda hacer nada. Esta ley adolece todavía de un reglamento que la desarrolle. ¿Por qué? Para que el Gobierno pueda tener las manos libres para hacer lo que le dé la gana. Y repito que no es cierto que el Gobierno no pueda hacer nada por Snowden. Podría darle un salvoconducto para que pidiera asilo en nuestro país. Otra cosa es que lo haga.

¿Qué opina del golpe de Estado en Egipto? ¿Por qué Occidente aplaude los golpes dados por los Ejércitos contra regímenes de corte islámico?

Los Gobiernos occidentales miran hacia otro lado y no cuestionan una vulneración de los derechos humanos cuando quienes los vulneran son Estados del norte de África o de Oriente Medio que nos están ayudando a controlar la inmigración, a protegernos del terrorismo y, al mismo tiempo, nos compran armamento. Aunque vulneren los derechos humanos de sus ciudadanos, pensamos que van a proteger los de los nuestros. Y deberíamos haber aprendido que en el norte de África y en Oriente Medio esto no es así, que la estabilidad de una región va unida al respeto de los derechos humanos. Basta recordar que las primaveras árabes, que corren el riesgo de convertirse en inviernos, se desataron porque la gente no aguantaba más la carencia de derechos humanos. Estamos hablando de países con una población joven muy importante que alcanza el 50% del total y que no puede soportar tal ausencia de futuro. Por eso, al apostar por una estabilidad tan cortoplacista, lo estamos haciendo mal.

¿Estamos en la antesala de una guerra civil en Egipto?

Estamos muy preocupados ante la posibilidad de que comiencen la detenciones de forma arbitraria, que cierren canales de televisión, que aumenten los delitos de violencia sexual...

¿A qué son debidas tantas violaciones de mujeres en la plaza Tahrir?

Amnistía cree que se debe a un intento deliberado para que las mujeres no participen en las manifestaciones.

¿Por parte de quién?

No se sabe muy bien. Pero una práctica habitual del Ejército cuando estaba en el poder era someter a pruebas de virginidad a las mujeres que detenía. Y lo hacían para que nadie les acusara de violarlas. Increíble pero cierto. Es verdad que durante el Gobierno de Mursi hubo violaciones de los derechos humanos muy serias, como una Constitución que mantenía el papel subsidiario de la mujer, ataques a periodistas y a blogueros que denunciaban la islamización del régimen, pero el Ejército, mientras mantuvo el poder antes de la llegada de Mursi, practicó doce mil detenciones en apenas dos años, algo inusual incluso en los tiempos de Hosni Mubarak. Tenemos miedo de un retroceso de los derechos humanos en Egipto así como de que el Ejército empiece a actuar con total impunidad ante un poder judicial inexistente.

Sigamos con el mundo árabe. ¿Qué ha pasado con la primavera árabe de Túnez?

Túnez es un caso interesante. Ha aumentado mucho la libertad de expresión, se han aprobado muchas licencias de radios y de periódicos. Pero, paralelamente, han aumentado las restricciones a los blogueros y la Constitución aún está en discusión. Todavía está todo por ver. Dependerá de la Carta Magna que finalmente aprueben para que vayamos a la primavera o nos quedemos en el invierno.

¿Y en Libia?

Aquí la situación es peor porque el Estado todavía no tiene todo el control del país. Hay zonas que todavía están bajo el poder de las milicias armadas. El mismo hijo de Gadafi no está detenido por el Ejército libio sino en un garaje en manos de una milicia, cuando debería estar ante el Tribunal Penal Internacional para ser juzgado. Esto es intolerable. En Libia la situación está todavía muy fragmentada.

¿Y qué pasa en Argelia? Ya no llegan noticias de lo que pasa allí.

La impunidad de la que gozó el Ejército durante el conflicto armado con los islamistas ha permitido instaurar una política de seguridad que vulnera sistemáticamente los derechos humanos. Tiene unas legislaciones antiterroristas y de libertad de expresión que vulneran derechos básicos. Y la raíz de todo esto es la impunidad del pasado. Porque si vulneras derechos y no eres castigado por ello, sigues haciéndolo.

¿Cuáles son los lugares del mundo donde se vulneran más los derechos humanos? ¿Podemos hacer una clasificación?

No, pero podemos dar unos datos. Por ejemplo, en los últimos años ha habido un importante aumento de las manifestaciones en la calle, sean los indignados de Madrid y del resto de España, la primavera árabe, o en China, donde ha habido más actos de protesta en los últimos dos años que en la última década...

Bastante silenciadas, por otra parte...

En Rusia hemos tenido miles de personas en las calles. Por un lado hay un incremento de las protestas por la falta de derechos humanos y, por otra, aumenta cada año el número de países que restringen la libertad de expresión. En estos momentos ya son 102.

¿De qué manera?

O bien a través de internet, como en China, Cuba o Bielorrusia, o en momentos puntuales durante conflictos armados. Hay otros países que restringen el derecho de manifestación con leyes cada vez más restrictivas. En resumidas cuentas, estamos hablando de 102 países que recortan estos derechos.

Qué panorama tan desolador...

Sí, pero al mismo tiempo el mundo va bien en lo que se refiere a países que aplican la pena de muerte.Cuando empezó Amnistía, hace cincuenta y tantos años, tan solo dieciséis países abolieron la pena de muerte. Hoy estamos hablando de 140.

¿En los que ha sido abolida?

Que la han abolido o que pese a que la mantienen en su legislación hace más de quince años que no la aplican.Esto es un avance claro, pero tenemos a cinco países que ejecutan al 95% de los reos de muerte. Son Estados Unidos, China, Irán, Irak y Arabia Saudí.

¿Y si hablamos de tortura?

Es la más clandestina de las violaciones de los derechos humanos. Hay 102 países donde tenemos documentadas estas prácticas, a pesar de que están prohibidas desde el año 1984.

¿Alguna tendencia positiva?

Hasta el año 1989 en que cayó el muro de Berlín, solo los jerarcas nazis y japoneses eran perseguidos por los crímenes que habían cometido dentro del Estado. A partir de ese año se empieza a generalizar una tendencia a investigar estos crímenes. Así, en Argentina hay 413 personas encarceladas por violaciones de derechos humanos durante el régimen militar. En la ex Yugoslavia ha habido 118 personas investigadas por el Tribunal Penal Internacional. Estamos hablando de señores de la guerra que emplean a niños-soldado, de Fujimori en Perú...

De Ríos Montt en Guatemala...

Sí, de Ríos Montt. Aunque éste quiere escaparse en base a la complicidad del Tribunal Constitucional que es cómplice del régimen. Y podrá hacerlo porque, a diferencia de otros lugares de Latinoamérica, en Guatemala el Ejército no ha cambiado desde la época de la gran represión a lo que es ahora. No está colaborando nada en las investigaciones. El procesamiento de Ríos Montt es debido a la valentía de un juez y de la sociedad civil, no porque el Estado esté colaborando. Pero, repito, aparte de estos hechos puntuales, la tendencia en este sentido es positiva.

¿Garantiza un mayor respeto de los derechos humanos en Latinoamérica la aparición de líder populistas como Morales, Correa o Maduro?

No. En el caso de Venezuela ha habido ataques intolerables contra el Poder Judicial. Correa ha promulgado una ley de difamación que vulnera la libertad de expresión y que en estos momentos ha propiciado un proceso contra el principal diario del país por criticar al Gobierno. Y con respecto a Bolivia, una de las principales preocupaciones de Amnistía en este país es cómo se trata a la población indígena, ya que se está ignorando el derecho a la consulta a la hora de construir infraestructuras que pasan por territorios ancestrales de los nativos, curiosamente.

Latinoamérica parece que avanza mientras África se queda estancada...

De África nos siguen preocupando los conflictos armados larvados como el de República Democrática del Congo. Pero como aspectos positivos hay que destacar que se está haciendo un continente abolicionista de la pena de muerte y que promueve las instituciones panafricanas para una protección regional de los derechos humanos. En Asia, por ejemplo, no existen estos órganos. De países como Sierra Leona o Liberia, España tiene mucho que aprender.

¿Por qué?

Porque nosotros seguimos sin dar verdad, justicia ni reparación a las víctimas del franquismo y de la guerra civil. El único lugar adónde pueden acudir estas víctimas es a Argentina. En cambio en estos países africanos pobres con unos conflictos terribles detrás, su principal dirigente está encarcelado y han tenido verdad, justicia y reparación. Por esto no quiero que se vea a África como a un agujero negro.

¿Por dónde pasa un futuro en que se respeten más los derechos humano en el mundo?

Por la incorporación de Brasil, India y Sudáfrica a esta corriente. Son las tres democracias que tienen que decidir si apuestan por las libertades y unas sociedades civiles fuertes o, como Rusia y China, si se dedican a vulnerar los derechos humanos. Y si es así, sería un desastre.