La Guardia Civil arrestó ayer por la tarde a un hombre que, harto de que los okupas no se vayan de uno de sus apartamentos en Cala Mastella, intentó prender fuego al piso, en el que no había nadie en ese momento. Los agentes llegaron a tiempo y se llevaron al propietario esposado.

Mientras tanto, los bomberos recibieron un aviso a las 17.51 horas. Cuando llegaron, se limitaron a ventilar el piso, en el que el dueño había arrojado dos pequeñas ramas y un poco de hojarasca que había prendido previamente. El propietario, harto de la situación, gritó que volvería por la noche a prender fuego y que los okupas, aparte de haberse instalado en uno de sus tres apartamentos, le roban comida del restaurante que también regenta en Cala Mastella, según explicaron testigos presenciales.