Jueces, secretarios judiciales, notarios, letrados, psicólogos y la Cámara de Comercio de Ibiza y Formentera han constituido un grupo para promover el uso de la mediación en conflictos civiles y mercantiles, como pueden ser asuntos vecinales, cobros de deudas entre particulares o empresas, desahucios, divorcios o herencias, con el fin de evitar que sea necesario llegar a los juzgados y potenciar así el diálogo entre las partes.

Por ahora, el Punto Neutro para la Promoción de la Mediación (PNPM), que es como se denomina y que se creó en noviembre del pasado año -el primero de España que se constituye en una ciudad no capital de provincia-, lleva a cabo una tarea fundamentalmente de organización y desarrollo, para que este mismo año se pueda dar servicio a los ciudadanos. «Estamos pendientes de desarrollar el reglamento de la Ley de Mediación en Asuntos Civiles y Mercantiles [promulgada en julio de 2012], con el que se regulará», señaló Eva María Cardona Guasch, una de las integrantes del PNPM.

No obstante, mucho antes, en un plazo de un mes aproximadamente, la Cámara de Comercio quiere empezar a ofrecer mediación a las empresas. Esto se encuentra pendiente de un convenio que debe firmarse con el Colegio de Abogados, señaló la secretaria del organismo empresarial, Loli Tur, quien explicó que podrá usarse en el caso de deuda o contratos en los que se incumplen plazos, por ejemplo.

Para el juez decano de Ibiza e integrante también del PNPM, Juan Carlos Torres, los beneficios de la mediación son muchos, tanto para los propios juzgados, que se ven liberados de una carga importante de trabajo y pueden así destinar recursos a asuntos que los requieren, como para los mismos usuarios.

En este sentido, resaltó la rapidez de los procesos, que se pueden resolver en tres meses; el hecho de que las soluciones tomadas están adaptadas a las necesidades individuales; aumenta la capacidad decisoria de las partes, que determinan cómo resolver el conflicto, lo que también incrementa el cumplimiento del acuerdo; favorece la comunicación entre los implicados, lo que reduce las «escaladas de hostilidad» y tiene un coste económico inferior al litigio clásico.

Según el delegado del Colegio de Abogados en las Pitiusas, Juan Antonio Marí, y el resto de profesionales que ayer asistieron a la presentación del PNPM, son «muchísimos» los asuntos que llegan al juzgado cuando en realidad podrían haberse resuelto antes a través de acuerdos. «Lo vemos en nuestra experiencia», afirmó Marí.

En Ibiza, la experiencia con la mediación viene de años atrás, tal y como resaltó Torres, pues el servicio para resolución de conflictos familiares data de 1996 y ha conseguido unos resultados «notablemente satisfactorios». Ahora, creen que pueden ser similares en el resto del ámbito civil y también en el mercantil, excluyendo el laboral.