­La discoteca Pacha de Madrid ha anunciado el cierre del establecimiento bajo esa denominación tras 33 años de actividad en la capital al darse por concluida la relación contractual de franquicia por diferencias en la forma de gestión entre el propietario del inmueble y el Grupo Pacha, que tiene los derechos de explotación de esta conocida marca.

En 1996, el empresario Pedro Trapote adquirió el inmueble que albergaba la discoteca en régimen de franquicia, es decir, que se le concedía la explotación de la marca Pacha, según explicó un portavoz del Grupo Pacha.

No obstante, por diferencias de gestión se ha dado por terminada la relación contractual y de hecho, desde hace meses, ya no estaba en el local las características cerezas que simbolizan la marca Pacha.

Además, el mismo portavoz remarca que el grupo que dirige Ricardo Urgell no renuncia a tener un local Pacha en Madrid si se presenta un proyecto «interesante» o «atractivo». «Lo que ha terminado es esta relación de franquicia», agregó.

Por otro lado, el director de Franquicias del Grupo Pacha, Hochi Raad, manifestó que simplemente se ha terminado la relación contractual con Trapote, al que definió como un «excelente empresario» con el que han desempeñado una buena colaboración «durante muchos años» para el desarrollo de la franquicia.

En este sentido, Raad enfatizó al respecto que no existe ningún problema con este empresario y que únicamente se ha dado por concluido el contrato de franquicia por la voluntad de abrir una «nueva etapa» para ambas partes.

A final de la década de los 70 el promotor de la marca Pacha Ricardo Urgell se establecía en la capital adquiriendo el Teatro Barceló para su explotación, según informa en un comunicado el Grupo Pacha.

Así, el club de ocio nocturno abrió sus puertas en 1980 para responder a «los gustos y deseos de una nueva generación» que se enmarcaba en la corriente cultural conocida como La Movida.

El recinto pretendía emular la atmósfera de otros clubs nocturno de la época, como el mítico Studio 54 de Nueva York, y sirvió de lugar de encuentros para personalidades de la cultura como el cineasta Pedro Almodóvar, el cantante como Miguel Bosé, aristócratas como Philippe Junot, Sofía de Habsburgo. Aparte, también asistieron el artista Andy Warhol e incluso el alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván.

«Desde entonces y a lo largo de treinta y tres años de historia Pacha Madrid ha sido uno de los símbolos de las noches de la capital, acogiendo innumerables fiestas y sirviendo como punto de partida para la expansión de Grupo Pacha que inauguró 20 franquicias más por toda España», recoge el grupo.

En 1996 y debido al crecimiento exponencial del Grupo Pacha, Ricardo Urgell tomaba la decisión de proceder a la venta de Teatro Barceló-Pacha Madrid, que fue adquirido en régimen de franquicia por el empresario Pedro Trapote.

Fue entonces cuando Urgell decidió trasladar su residencia habitual a Eivissa para dedicarse «íntegramente» a la consolidación de Pacha Ibiza, así como a la puesta en marcha de una estrategia de expansión internacional que ha hecho del Grupo Pacha «una referencia del ocio nocturno internacional».