El pueblo de Sant Josep vivió ayer la fiesta de su patrón bajo un sol primaveral que presidió toda la jornada y propició una gran afluencia de público, a pesar de ser un martes y día laborable en el resto de la isla. La complicidad del buen tiempo fue tema de conversación entre los asistentes, ya que muchos recordaban el viento y el frío que reinó en pasadas ediciones en esta fecha.

El templo de Sant Josep se llenó a rebosar de gente para asistir a la misa solemne de las doce del mediodía. Estuvo cooficiada por el párroco de esta iglesia, Josep Lluís Moyà, que se encargó de pronunciar la homilía, y el vicario general de la diócesis, Vicent Ribas Prats. El obispo no pudo asistir porque había viajado a Roma para la entronización del papa Francisco.

El grupo folclórico de la Asociación Etnográfica Don Sancho de Zamora participaba este año en la fiesta de Sant Josep invitado por la colla local. Procedentes de la capital castellana se desplazaron a Ibiza una veintena de componentes de esta agrupación, que ofrecieron una demostración de música, bailes y canciones tradicionales de esa tierra. Habían actuado en la plaza el lunes por la noche y protagonizaron la celebración de ayer.

Antes y después de la procesión ofrecieron en la plaza de la Iglesia una exhibición de danza de paloteo, un baile religioso que tradicionalmente se ofrece en las procesiones del Día de Corpus. Acabada la procesión, mientras se ofrecía una degustación de orelletes, flaó y vino a los asistentes, el grupo zamorano hizo una exhibición de jotas, charros, corridos, agarraos y danzas tradicionales en general, además de algunas muestras de canto.

Una canción de águedas típica del barrio de San Lázaro de Zamora capital arrancó risas y aplausos del público. «Estas canciones se llaman así porque las cantan las mujeres el día de Santa Águeda, que es el 5 de febrero. Son cofradías femeninas, sin participación de los hombres, que se quedan en casa, mientras las mujeres se van de fiesta, tres días seguidos. Y cuando están juntas, cantan canciones bastante picantes», explica el presidente de la asociación Don Sancho, Carlos Martín.