­El Consell de Ibiza ha dirigido sendos informes de sus conselleries de Medio Ambiente y de Pesca al Ministerio de Agricultura para manifestarle que el proyecto de sondeos para la localización de posibles yacimientos petrolíferos entre Valencia y Ibiza necesita ser sometido a Evaluación de Impacto Ambiental, dado que dichas prospecciones «sí pueden causar impactos significativos», que, además, «no pueden ser evitados mediante las medidas propuestas por el promotor, ni evitados mediante alguna modificación del proyecto». Estos informes se emiten en contestación a la carta dirigida por el Ministerio al Consell en la que le preguntaba sobre la necesidad de tal trámite. Sin embargo, la postura de la institución ibicenca no es de obligado cumplimiento, según reconoció ayer su presidente, Vicent Serra (ver página 4).

Los sondeos se realizarán mediante un sistema basado en emisiones sonoras muy intensas, de 259 a 265 decibelios (el umbral del dolor en humanos es de 120 decibelios). El informe recuerda que «180 decibelios es el nivel límite de intensidad sonora que puede producir daños fisiológicos irreversibles en cetáceos».

Los principales daños que señalan los informes del Consell son los siguientes:

Poblaciones de peces

Se destacan los daños directos sobre el organismo de los peces y se constata que en casos similares «se han comprobado en el Mar del Norte reducciones en las poblaciones de peces, después de actividades sísmicas, con una disminución de abundancia del 35 por ciento para especies demersales [que viven cerca del fondo del mar], 54 por ciento para especies pelágicas [de alta mar] y 13 por ciento para pequeños pelágicos». «Por tanto, esto puede suponer una reducción importante de los recursos pesqueros del conjunto de la zona».

Cetáceos y delfín mular

Este grupo de mamíferos es especialmente sensible a la contaminación acústica por basar su supervivencia precisamente en la ecolocalización. Lo más grave es que «la zona de prospección y donde se van a realizar las campañas geofísicas coincide con la principal ruta de migración de cetáceos del Mediterráneo occidental». Dicho corredor fue propuesto por un grupo de expertos y publicado por el Ministerio de Medio Ambiente. En concreto, los sondeos pueden afectar a especies que usan este espacio, como son el delfín común, delfín listado, calderón común, calderón gris, cachalote y rorcual común. En el caso concreto del delfín mular (Tursiops truncatus), se recuerda que las Pitiusas son uno de los enclaves de invernada más importantes del Mediterráneo occidental y que la reducción de las poblaciones pesqueras de que se alimenta -a causa de los sondeos sísmicos- le privaría de sus recursos alimenticios y le afectaría así de manera importante.

Población de ´virots´

La pardela balear o virot (Puffinus mauretanicus) es un ave endémica de Balears que tiene el 90 por ciento de su población mundial en Ibiza y Formentera, con sus zonas de cría solo a unas decenas de kilómetros de las áreas donde se harán los sondeos. Un estudio de 2012 reveló que «una de las zonas de alimentación de los ejemplares ubicados en colonias de cría de Ibiza es precisamente la plataforma continental valenciana, que es donde se van a realizar los trabajos de prospección». Una drástica reducción en las poblaciones de peces de los que se alimentan afectaría también a esta especie.

Vertido de sustancias tóxicas

Cuando en las prospecciones se han de realizar perforaciones, se suelen arrojar directamente al mar lodos y productos químicos, además de derramarse accidentalmente residuos procedentes de esas perforaciones. «Entre estos compuestos figuran el benceno (cancerígeno), el tolueno y el xileno (afección al sistema nervioso, insuficiencias renales y hepáticas), metales pesados como el mercurio, el cadmio, el, plomo y el arsénico», señalan los informes. «Todos estos materiales empleados en las perforaciones son bioacumulativos y se insertan en la cadena trófica hasta llegar a niveles letales, produciendo afecciones irreversibles sobre el conjunto de los componentes de la cadena trófica, incluyendo los humanos».

Espacios naturales protegidos

Dada la proximidad de la zona de prospecciones a espacios protegidos como ses Salines o los islotes de Ponent de Ibiza, que son Parque Natural y Zonas de Especial Conservación de las Aves (ZEPA) «son de esperar afecciones graves a los diversos elementos ambientales» de dichas zonas.

Afección al turismo

Materiales oleosos con contaminantes derivados de las perforaciones acaban depositándose sobre las arenas del litoral y también se mezclan con las aguas marinas. «Ambos efectos determinan afecciones muy graves sobre los sistemas litoral playa, en los que está fundamentada la principal fuente económica de las islas, como es el turismo», señala el informe.