La delegada de la conselleria balear de Educación en las Pitiusas, Belén Torres, aseguró ayer que solucionará en breve los agujeros del colegio Es Pratet. La asociación de padres denunció hace un par de semanas el peligro que suponían para los niños estos agujeros, que empezaron a aparecer en parte del porche a finales del curso pasado.

Torres explicó que el Institut Balear d´Infraestructures i Serveis Educatius i Culturals (Ibisec), responsable de las instalaciones, ya ha encargado la reparación a una empresa. «Hoy mismo [por ayer] han dicho que enviarán una plataforma nueva y que la cambiarán», detalló la delegada, que desconocía cuándo exactamente se va a colocar la nueva pieza del porche de los barracones.

En estos momentos la zona en la que han aparecido los agujeros, por los que cuela el pie de un niño, se ha acordonado con una cinta de plástico para evitar que los pequeños puedan acceder a ella. Además, por si acaso, se han protegido los huecos con planchas de madera sobre las que se han colocado varias mesas.

A principios de curso, el suelo venció al paso de uno de los padres, lo que hizo temer a las familias que a los niños les pudiera pasar lo mismo. «Hay entre 40 y 50 centímetros de hondo y, además, debajo hay maderas podridas», alertó la presidenta de la asociación, Raquel Alfaro, que denunció el desinterés de la conselleria, ya que llevan desde octubre esperando que el Ibisec arregle el problema. De hecho, ayer por la mañana Alfaro aseguró que ni las familias ni la dirección del centro habían recibido ninguna llamada del Ibisec y que, incluso estaban a la espera de una reunión de la asociación que se celebra esta semana para decididir si iniciaban movilizaciones para exigir la reparación.

«Ya estaba previsto hace tiempo, pero prefería esperar a saber que la empresa ya tenía la plataforma para decirlo», insistió la delegada de la conselleria balear de Educación, que señaló que ayer o esta mañana la empresa deberá ponerse en contacto con la dirección del centro para ver cuándo se efectúa la sustitución.

Las familias señalan que estos agujeros se han producido porque la madera se pudre debido a la humedad. Principalmente debido a un charco que se forma junto al centro. Para ellos, que la conselleria haya tardado medio año en solventar este problema es un signo más del «abandono» que aseguran que sufre el centro. En un primer momento se aseguró a las familias que los barracones eran una solución provisional hasta que se construyera el nuevo edificio, pero este es el cuarto curso que los alumnos empiezan en estas instalaciones. Además, denuncian que la conselleria cada vez equipa menos las aulas y que incluso ellos han tenido que comprar mobiliario para las dos aulas nuevas que se han añadido este curso.